Después de la advertencia de la Asociación de Institutos Privados de la Provincia de Buenos Aires (AIEPBA) sobre el serio riesgo de cierre de colegios por la situación económico – financiera, un establecimiento de Avellaneda, con más de 700 alumnos, anunció que dejará de funcionar a partir del próximo ciclo lectivo.
Se trata del Instituto Modelo (IMSA), que ya comunicó a las familias educativas la “difícil” decisión de no abrir sus puertas en 2024, porque no pueden asumir costos de funcionamiento y vienen acumulando importantes deudas.
Hace más de un mes, AIEPBA anticipó que había 30 institutos con «serio riesgo» de cierre y por ese motivo elevó a la Dirección General de Escuelas un petitorio para solicitar medidas de ayuda «urgente» para los emprendimientos educativos en crisis.
“Tenemos información sobre otro cierre de un centro educativo en Mar del Plata que comunicaría la decisión a fin de año y ya anticipamos que hay otros colegios que están al borde de tener que cesar en la prestación de sus servicios», dijo el secretario ejecutivo de AIEPBA, Martín Zurita.
Como se informó oportunamente, AIEPBA viene manifestando la crítica situación que atraviesa el sistema de enseñanza de gestión privada por distorsiones que se han acumulado en los últimos años. Las entidades arrastran una compleja situación desde la pandemia de Covid, donde muchos propietarios y administradores tuvieron que tomar deudas y créditos para seguir funcionando. De acuerdo con la información de la entidad, desde la crisis de Covid se cerraron 80 centros educativos de distintos niveles y modalidades.
Uno de los tópicos que provocan el desfinanciamiento es el régimen de aranceles que autoriza la provincia. En lo que va del año los aranceles tienen autorización para aumentar un 93% mientras que el costo salarial se incrementó entre un 103 y un 104% según las categorías docentes. Quiere decir que en los primeros 9 meses de 2023 hubo una distorsión de más de 10% entre ambas variables.
“Cada vez se amplía más la brecha entre lo que pueden cobrar los colegios y los incrementos en costos salariales. Entre lo que no se pudo recuperar de 2023 y el acumulado del 2022, la pérdida de capacidad de financiación por cuota mensual está un 27% por debajo del costo que tienen que afrontar los colegios para pagar los haberes de maestros y profesores”, explicó Zurita.
Muchas instituciones no pueden trasladar el aumento arancelario que tienen autorizado porque las familias están exhaustas y en muchas comunidades no pueden afrontarlo.
«En todas las asambleas regionales que hacemos nos plantean estos problemas y nosotros elevamos un pedido concreto a las autoridades sin respuesta a la fecha y aunque desde sectores gremiales minimizaron esta situación , ahora tenemos los primeros casos de cierres pos pandemia».
Hace unas semanas un colegio de Moreno también planteó ante la comunidad una situación de eventual cierre. Hubo un abrazo simbólico al colegio secundario Amancio Alcorta y a partir del impacto mediático que tuvo y ante la amenaza de realizar protestas en La Plata, el gobierno decidió dar ayuda.
«Hay otros 29 casos similares que no tienen esa respuesta. Eso es lo que pedimos a las autoridades provinciales», aseguró Zurita.
La institución que agrupa a más de 2.300 establecimientos privados en Buenos Aires cuestionó medidas que provocaron distorsiones financieras en la administración de los colegios como la inclusión de los colegios en el programa de Precios Justos (febrero de este año) y también a la decisión unilateral e inconsulta de obligar a todos los establecimientos a pagar el bono extraordinario dispuesto por el Ministerio de Economía.