Por: Roberto Garrone
A 15 días de su presentación oficial en el muelle del INIDEP, el moderno tangonero congelador “Luigi” de la empresa Solimeno, solo navegó unos metros dentro del espacio interior del puerto para quedar amarrado en la sección 13 del muelle 3, debajo de la galería de los silos.
Más allá del apuro del armador para sacarlo a pescar langostino en esta zafra con gusto a fiasco, al buque le falta lo más importante: el permiso de pesca todavía no ha sido emitido por la Subsecretaría de Pesca.
Nunca como por estos días la lapicera de Carlos Liberman capta tanta atención del amplio abanico del sector pesquero. Es quien debe otorgarle la licencia al “Luigi” aunque lo antecede un largo litigio que incluso llegó a la Cámara Federal de Mar del Plata.
Resumiendo el caso en pocas palabras porque desde esta columna ya nos hemos referido con más detalle (googlear “Una compra que se pasa de concentrada y un regalo para Solimeno”), el “Luigi” recibiría el permiso de pesca del Ur Ertza, un barco que puede operar como congelador y también como fresquero.
El año pasado el CFP se opuso al pedido de Solimeno para que sea considerado “congelador” y poder transferirlo al nuevo buque. El Consejo estableció que el Ur Ertza operaba como fresquero de manera definitiva a partir de las solicitudes de la propia empresa, quien modificó de manera voluntaria la operatoria del barco.
Solimeno acudió a la justicia y obtuvo un fallo favorable de la Cámara Federal quien atendió el reclamo aunque antes le pidió a la empresa acreditar la debida inscripción de la embarcación a la matrícula nacional.
El buque ya la tiene, es la 03244 pero el permiso sigue sin otorgarse más allá del apuro y presión que ejerce Solimeno. Por eso no vino nadie de la Subsecretaria de Pesca al acto. Tony es un hombre encantador. Sobre todo cuando no necesita nada.
“Al marisco vamos a ir…. quien me lo va a impedir”, dijo en una nota de Revista Puerto, de lectura recomendada. Por ahora se lo impide el área Legales del Consejo Federal Pesquero, desde donde presentaron el recurso extraordinario federal ante la propia Cámara. Ahora resta saber si el tribunal concede o no concede la apelación.
En caso negativo, desde el Consejo irían a la Corte para pedir que revise la negatoria en recurso de queja. Son tiempos a contramano del apuro de Tony, que no encuentra motivos para que el buque siga amarrado a muelle.
El otro tema que tiene bajo presión a Liberman es la rúbrica al reparto de las 5 mil toneladas de langostino del Fondo de Asignación para el Fomento Productivo. El guiño al trabajo en tierra escondía, además de algunos fresqueros que entraban por la ventana, un negociado fenomenal: 5 millones de dólares de retorno, a razón de mil por tonelada, que debían juntar Mariano Retrivi por los socios de ALFA, Diego García Luchetti de la Cámara de Armadores y Gustavo González por los costeros de Rawson. Acá no asoman grietas entre el norte y el sur.
Después que se hiciera pública la maniobra desde esta columna, el Subsecretario se mostró reacio a ponerle el gancho al intento de monetizar el reparto de langostino, una maniobra de lobbystas en las sombras de Bahillo que convalidó de manera vergonzosa el Consejo, motorizado por la porción que le tocaba a “Chuchi” y el humo que podía vender Carla, la pintada al óleo.
No son días fáciles para el Subsecretario. En Santa Cruz, su patria chica, el oficialismo perdió la gobernación a manos de Claudio Vidal, dirigente del sindicato del petróleo. El plan B imaginado si no podía mantenerse como autoridad de aplicación en Paseo Colón –tras el resultado de las PASO parece mucho más difícil, incluso que el rojo traiga refuerzos de jerarquía- era sostenerse desde Santa Cruz en el CFP.
Todos los que están dentro del armado —o los que quieren pertenecer— saben que para hacer cualquier cosa necesitan primero la bendición de Karina. Ella es la manera de llegar a Milei, ella es quien lo convence de los pasos a dar. Ella es la única persona en la que realmente confía. La danza de figuras alrededor de la hermana se explica por esta realidad.
El párrafo forma parte de un perfil sobre “Los padres de la criatura” que publicó hace unos días en Anfibia, José Luis González, quien a su vez es el autor de “El Loco”, la vida desconocida de Javier Milei que editó Planeta. Ahí tienen la llave los lobistas pesqueros que buscan entrar al mundo del candidato más votado el domingo pasado.
Lo bueno es que Charly hizo una buena gestión y seguro encuentra un lugar en el sector privado para seguir ligado a la industria. Lo malo es que Vidal, siendo diputado provincial, respaldó la iniciativa de portuarios santacruceños para darle apoyo logístico a la flota extranjera que pesca en inmediaciones de la milla 201.
Acá se abre un frente que merecerá atención en el mediano plazo. En Tierra del Fuego Mirgor ya presentó los planos de la obra portuaria que hará en los márgenes de Rio Grande. Los actores privados que invierten en ese proyecto no son otros que empresas chinas con su gobierno detrás. Ojiito, diría Mirta.
Solimeno también tiene algunos problemas colaterales. Daniel Collucio, su asesor más visible desde que dejó de representar los intereses de ALFA, es acusado de maniobras de estafa. En el tendal de los heridos aparecen ex compañeros de trabajo en Radio Brisas, productores agropecuarios de Nicanor Otamendi, armadores pesqueros y estibadores quienes aseguran haberle entregado miles de dólares para inversiones bursátiles y jamás recuperaron el dinero
“Son todas mentiras; fíjate… no hay ninguna denuncia en la justicia”, respondió el ex periodista económico ante la consulta de este cronista hace unas semanas. Collucio asegura que son infamias y cree saber de dónde viene. Asegura que es un vuelto que le están pasando por reclamar la merluza de cola que hoy no pueden pescar los barcos de su empleador.
Solo el tiempo dirá si el “Luigi” deberá seguir esperando su permiso. Quizás, tal vez, Solimeno tiene suerte y asume Juan Bosch en la Subsecretaría. El chico de los mandados de Pototo es uno de los candidatos en caso que Pato Bullrich llegue a la Casa Rosada.
Será cuestión de esperar, además, a ver si los lobbystas en las sombras del Ministerio se salen con la suya, Liberman firma y recolectan los 2 millones de dólares que le prometieron a Massa para la campaña con el reparto del fondo del marisco.
También habrá que aguardar para ver si efectivamente, como anticipan por estas horas, todos los heridos que acusan a Collucio se agrupan en un reconocido estudio jurídico y alimentan con pruebas de la defraudación una denuncia penal en su contra.
Buen domingo