Por: Roberto Garrone

Todavía con los ecos de la explosión que generó la publicación de la columna del domingo pasado, en la cual se expuso con crudeza la manera en que la política busca hacer caja para financiarse a través de parte de los actores que componen la industria pesquera, la zafra de langostino en aguas nacionales marcha a los tumbos y con algunas decisiones de manejo que solo promueven el desaliento.

Si existiese el sentido común, algo poco frecuente en este país y casi un recurso inhallable en esta industria, Carlos Liberman no debería firmar las asignaciones de las 5 mil toneladas distribuidas en el Fondo de Asignación que vienen con el premio de los 5 millones de dólares de retorno.

Hecha pública la maniobra, esta semana al menos el Subsecretario de Pesca estuvo decidido a dejar todo como estaba. Si eso ocurre, alguien deberá explicarle al hoy ministro Massa que los 2 millones de dólares que aportaría esta cuotificación a la carta a sus sueños electorales de octubre no van a llegar.

Mientras tanto en la pesquería crece el mal humor por el manejo que la autoridad de aplicación expone sobre el recurso en este inicio de zafra, donde la flota no ha podido dar con grandes concentraciones de langostino en los cuadrantes que se han habilitado a la pesca y en los últimos días trabajó encorsetada en pequeñas zonas con magros resultados.

No solo mal humor de armadores y empresarios de barcos fresqueros de altura y congeladores sino también del personal embarcado, quienes tienen el pulso cotidiano de lo que exhibe la zona de pesca y ven con preocupación el devenir de una zafra que creían similar a la del año pasado pero que en este primer mes muestra claras diferencias.

“Creo que hay pescado grande al norte; por eso algunos congeladores chicos de Arbumasa completaron bodega fuera de la zona de veda, pero abren al sur donde se sabe que hay mayormente pescado chico”, refería para esta columna un viejo capitán de uno de los tangoneros congeladores.

Capitanea uno de los 85 barcos que se apretó en el medio grado de la Subárea 15 y arrancó el viernes con lances de 3 mil kilos, continuó con el segundo de 1200 y para el tercero, con suerte, sumaba 400 cajas, cuento otros ya bajaban a 100 o directamente eran nulos.

Entre los oficiales de puente creen que se están haciendo las cosas al revés. Aseguran que hubiese sido mejor abrir del 42°S al 47°S para que toda la flota encuentre el pescado grande y a partir de los resultados proteges las concentraciones más chicas o donde hubiese mucha merluza.

El argumento va a contramano de la legislación vigente. Las aperturas deben tener de manera previa el aval de una prospección y el área de abre con determinadas pautas biológicas tanto en captura por unidad de esfuerzo como nivel de by catch.

“Repitieron lo que hicieron los últimos años pero antes hubo mucho pescado. Ahora no parece haber tanto. Pasa que duplicaron el esfuerzo pesquero y la masa de pescado se achica. El INIDEP dijo que tendríamos una zafra como la del año pasado y esto no empezó como el año pasado”, sentenció el capitán.

Los administrados cuestionan los tiempos que se toma la autoridad de aplicación para llevar adelante las prospecciones. Las subáreas 10, 11 y 12 pidieron prospectar el 16 de junio pero recién se habilitó 10 días después. Solo se abrió la 12 y la incógnita es saber hasta cuándo durará teniendo a toda la flota dentro.

En Mar del Plata algunos vuelven a ver los fantasmas que le ponen palos en la rueda a la flota fresquera de altura. Refieren la presión que ejercen los representantes de Chubut y Santa Cruz en el CFP para manejar los tiempos de la zafra y habilitar subáreas cuando el marisco ya migró hacia el norte.

“Vos te fijas y del 44°S al 47°S no encontramos casi nada y lo que hay no da para toda la flota. Aparecen manchones más al norte fuera de la zona de veda. Veremos cuando prospectan al norte del 44°S”, analizaba le oficial de puente. Esta semana algunas cámaras solicitaron habilitar las subáreas 7 y 8.

En Pesca aseguran, calendario en mano, que la temporada no va ni más lenta ni más rápida que en los años anteriores. Que la 7 se prospectó el 1 de julio en 2021 y el 17 de julio el año pasado. Y que en la 8 se prospectó el 4 de julio y el 27 de junio en 2021 y 2022 respectivamente.

“Esa velocidad para cerrar no es la misma para abrir”, cuestionan los administrados, desde donde esperan respuestas más rápidas en caso que se agote pronto las marcas que puedan encontrarse en la reapertura de la 13 y la 12.

La rapidez con que se atienden las demandas de algunos actores particulares (apuntan a las designaciones del “Carlos Luis” en la prospección de la 10 y del “Feixa” en la 11) fue la misma con la que cerraron la subárea 13 porque estaban muy escasos de Observadores y habían comenzado a salir tallas chicas de langostino luego de algunos días de intenso temporal.

En un escenario tan ondulante como el tablero de aguas nacionales y con tantos intereses en juego (más de la mitad de las divisas que genera las exportaciones pesqueras corresponden al langostino), sería vital que la Subsecretaría pueda disponer de mayor cantidad de Observadores. Hoy el Programa Crustaceos del INIDEP cuenta con 17 para una flota de casi 200 barcos.

Formar Observadores es tarea del INIDEP y un proceso que no arroja resultados inmediatos. Que las partidas presupuestarias para llevarlo a cabo no hayan sido absorbidas por la reparación del “Holmberg” en el dique de SPI, cuya factura superará el millón de dólares, porque el proceso podría demorarse aún más.

Con la flota mejor cubierta las prospecciones podrían tener más participantes y eso contribuiría a un mejor relevamiento del área que podría generar mejores resultados y mayor dinamismo a las necesidades de la flota.

En Paseo Colón reconocen que esa es la principal falencia pero también marcan que muchas veces la flota en prospección se limita a encontrar la primera marca, donde pesca el resto de los días que dura el relevamiento Y que tienen que tomar decisiones en base a ese magro derrotero, sin saber qué sucede en realidad.

Pensar en subdividir el cuadrante en 4 sub subáreas ya sería un cuento chino del que nadie quiere formar parte.

“Si vos queres que esto fracase, haces esto que están haciendo”, lamentó un armador que mandó su barco al langostino pero ya está recalculando parar la pelota y ver si hay consenso con algún colega, para salir en busca del magrú desde Mar del Plata. A los estibadores les gusta esto.

En los próximos días sabremos cuánta abundancia encierra el cuadrante de la Subárea 12 y la rapidez para juntar los 10 Observadores y encarar la prospección en la 7 y la 8. Ni rápido ni lento, los armadores piden fluidez para encontrar el langostino de mayor tamaño que creen migra hacia el norte mucho más rápido de lo que se abren las áreas a la pesca de la flota comercial.

Los desembarques de langostino por tipo de flota hasta esta semana marcan con nitidez quienes ganan y pierden a esta altura del año. La flota costera de Rawson descargó 55% más que el año pasado a partir de la abundante zafra en aguas provinciales. La flota fresquera de altura 2% más que en la comparación interanual mientras que la flota congeladora tangonera muestra un retroceso del 15%.

Buen domingo


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