El jefe de Gobierno porteño y precandidato a presidente de Juntos por el Cambio (JxC), Horacio Rodríguez Larreta, afirmó que no se va «a enganchar en chicanas de la política» y prefirió no escalar el conflicto con su contrincante en la interna, Patricia Bullrich, quien lo acusó de «ventajero total y oportunista que hace cualquier cosa por un voto», aumentando así el grado de tensión en la coalición opositora en el inicio de la campaña para las PASO.
«Nunca me meto en acusaciones personales, por más que otros u otras lo hagan conmigo, porque defendemos como valor primero la unidad», dijo Larreta en la ciudad de Corrientes, donde se presentó esta mañana con su compañero de fórmula, Gerardo Morales, y el gobernador Gustavo Valdés para exponer sus propuestas en materia laboral.
En este sentido, aseguró que no se va «a enganchar en peleas personales ni en las chicanas de la política» y destacó que son «un equipo de trabajo y lo que sabemos hacer es trabajar».
De esta forma, evitó dar una respuesta a las críticas que le hizo ayer Bullrich en declaraciones a Clarín.
«Hay límites en una campaña, es un ventajero total, no puede decir algo así de quien fue su jefe político durante tanto tiempo. Me parece muy deleznable», había señalado la referente del grupo de los «halcones» dentro del PRO, quien incluso consideró de «una enorme bajeza moral, oportunismo y falta de ética que Larreta, que se jacta de haber trabajado 20 años con Macri, haga cualquier cosa con tal de conseguir un voto».
Las declaraciones de Bullrich se produjeron luego de que Larreta afirmara que la exministra de Seguridad propone el mismo «modelo» que ya «fracasó» durante la administración de Macri entre 2015 y 2019.
En el acto de esta mañana en la ciudad de Corrientes, realizado en la empresa de hilados Tipoiti, Larreta presentó propuestas concretas para lo que llamó «la revolución del trabajo».
En ese marco, el jefe de Gobierno porteño y precandidato presidencial de JxC destacó la necesidad de introducir cambios en los planes sociales porque hoy «generan un desincentivo al trabajo, ya que el que hoy tiene un plan no toma un empleo formal porque pierde el plan».
«Vamos a sacar a los intermediarios, no puede ser que el señor (Juan) Grabois y compañía sean los que decidan a quién se le da el plan y a quién no», prometió en el marco de la campaña de cara a las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias del 13 de agosto próximo, y completó: «Luego los extorsionan a quienes les dieron el plan para que vayan a las marchas y así tenemos el nivel de movilizaciones más alto del mundo».
En cambio, propuso un sistema por el cual el trabajador que recibe un plan «esté obligado a una capacitación en oficios y se anote en una bolsa de trabajo. Se le ofrece un primer trabajo que puede rechazar, pero si rechaza el segundo trabajo ofrecido pierde el plan; de esta forma cambiamos el incentivo y motivamos a que tomen el trabajo». (Telam)