Un total de 252 femicidios, entre ellos 26 vinculados y 7 trans-travesticidios, fueron cometidos en el país durante el 2022, lo que promedia un crimen por motivos de género cada 35 horas y representa casi la misma cifra que la de 2021, según un informe del Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina realizado por la Oficina de la Mujer (OM) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN).
Dicho relevamiento se realiza desde el 2015 en base a las causas judiciales en las que se investigan muertes violentas de mujeres cis, mujeres trans y travestis por razones de género y aporta las cifras oficiales que se utilizan como referencia para la elaboración de políticas públicas.
Es que, además de este informe oficial, existen estadísticas elaboradas por distintas organizaciones feministas (como, por ejemplo, La Casa del Encuentro, Ahora que Así Nos Ven, Mumalá y el Observatorio Lucía Pérez) que realizan relevamientos mensuales sobre femicidios y obtienen la información básicamente por publicaciones periodísticas.
Las cifras del relevamiento de la Corte, que recopiló 220 causas judiciales, son muy similares a las de 2021, cuando hubo 251 femicidios, entre los que se incluyeron 20 vinculados y 5 trans-travesticidios.
De esta forma, se consolidó una baja en la estadística en comparación con los cuatro años anteriores: en 2020, hubo 287 femicidios; en 2019, 276 casos; en 2018, 281; y en 2017, 277.
Según la estadística de la Corte, durante el 2022 se registraron 226 femicidios directos, entre los que hubo 219 mujeres cis víctimas y 7 trans-travesticidios.
Estos hechos provocaron, a su vez, que 234 personas quedaran huérfanas, de las cuales 227 son niños, niñas o adolescentes.
Además, en el 88 por ciento (214 casos) de los asesinatos, la víctima directa de femicidio tenía vínculo previo con el autor del hecho, que en el 59 por ciento de los casos era la pareja o expareja de la mujer asesinada.
Si se tiene en cuenta la modalidad del hecho, el 27 por ciento (61 casos) de las mujeres fueron asesinadas mediante el uso de armas blancas, el 24 por ciento (54) por la fuerza física de su agresor, mientras que el 23 por ciento (52) como consecuencia de la utilización de armas de fuego.
Por otro lado, la estadística de la CSJN destaca que el 76 por ciento (171 casos) de los crímenes ocurrieron en un contexto de violencia doméstica, 30 casos tuvieron lugar en una situación de violencia sexual o de trata de personas, mientras que 4 casos sucedieron en un contexto de discriminación por orientación sexual o de identidad de género.
Dentro de las características principales de las 226 femicidios directos, en lo que refiere al rango etario, 167 tenían entre 18 y 59 años, 43 tenían más de 60 años y otras 43 tenían menos de 17 años. Esto evidenció un promedio de edad de 41 años, cuatro años mayor al promedio registrado en 2021.
En lo que refiere a la interseccionalidad de las víctimas, 17 mujeres asesinadas por femicidio eran migrantes, 9 se encontraban ejerciendo la prostitución, 6 presentaban problemas de salud mental, 6 estaban embarazadas y 3 tenían una discapacidad.
Con relación a los hechos previos de violencia de género, al menos 38 víctimas directas de femicidio habían efectuado denuncias formales contra sus agresores, de los cuales 40 se suicidaron tras cometer el crimen.
«En al menos 96 hechos, el 39 por ciento, se presentaron hechos previos de violencia de género/doméstica entre la víctima y el sujeto activo de femicidio, esto es, en casi 2 de cada 5 vínculos donde hubo un femicidio directo, había antecedentes de violencia de género en el año 2022 en Argentina», precisa el informe.
(Línea 144: atención, contención y asesoramiento en situaciones de violencia de género. Por WhatsApp: +5491127716463). (Telam)