Por: Roberto Garrone

Tanto la puesta en escena que regaló el sobrevuelo del avión piloteado por Enrique Piñeyro sobre el área adyacente a la milla 200 para denunciar (¿?) la “ciudad flotante” de la pesca ilegal por parte de más de 300 embarcaciones extranjeras, mayormente chinas, que saquean nuestros recursos, como la inacción de las autoridades de turno siquiera para elevar una protesta formal a Uruguay por el apoyo inestimable que le brindan a buena parte de esa flota asiática, no es algo nuevo.

Cuesta creer las buenas intenciones de los promotores de la iniciativa a partir de un hecho básico. Desde el aire es muy dificultoso identificar la posición de un barco en el mar de modo de tener certeza que es extranjero y esta pescando dentro de nuestra ZEE.

No sería la primera vez que Piñeyro sobrevuela la flota nacional y la califica como invasora. Pero a quién le importa la verdad cuando las indignaciones florecen en medio de la sequía.

Que las repercusiones del sobrevuelo nocturno hayan indignado a la Embajada de los Estados Unidos por estas latitudes así como a algunos legisladores nacionales de la oposición como Mariana Zuvic, y la noticia se haya propalado desde Infobae, siempre atento a escuchar las necesidades estadunidenses, se explican más por los intereses que vela el país del norte por en el Mar Argentino que por la férrea defensa de nuestros recursos naturales ante la pesca no regulada ni reglamentada, o la condena del uso de la mano de obra esclava a bordo o los subsidios que recibe la flota para operar en aguas lejanas.

Estados Unidos hace tiempo convive en nuestra flota. Desde que el fondo común de inversión Platinium Equity se quedó con Iberconsa, una de las grandes compañías españolas de pesca con filiales en Argentina, que un tiempo antes había comprado los activos de Valastro en Mar del Plata y quedarse con la flota de congeladores y el frigorífico Giorno.

El fondo controla 52 empresas de primera línea, cuenta con un capital de 33400 millones de euros en activos y en los últimos días medios españoles dieron cuenta del interés por quedarse con Pescanova. Mejor dicho, su quiebra, o mejor dicho, uno de los fraudes financieros más grande de Europa con una deuda de 500 millones de euros, en poder de Abanca.

El banco que se quedó con la empresa ya no sabe a quién vendérsela. El año pasado coqueteó con el grupo nacional Veráz. La operación no prosperó y ahora volvieron a la carga. En esta semana aparecieron dos posibles interesados, ambos de capitales estadounidenses.

Primero fue “Red Chamber”, el grupo que ya se quedó con los activos de Alpesca en Puerto Madryn hace unos años. En sociedad con la canadiense Cooke analizarían una oferta formal para ampliar sus posiciones en la industria pesquera.

Cooke en Mar del Plata se hizo de Wanchese, canadiense como ellos, uno de los actores de la pesquería de vieira. En Patagonia se quedó con Cabo Vírgenes, empresa dedicada a la pesca de langostino. En Uruguay son también jugadores importantes: controlan 21 barcos pesqueros.

En las últimas horas medios españoles dan cuenta del interés de “Platinium Equity” por quedarse con Nueva Pescanova. Tal es la urgencia de Abanca que su presidente, Juan Carlos Escolet, reconoció estar dispuesto a poner “un cheque en blanco” para adquirir el paquete de la Nueva Pescanova, cuyas ramas se extienden por estas playas.

Acá, milagros inesperados que suelen ocurrir en la pesca, no hubo ningún eco de la quiebra de la casa matriz y Argenova, su filial estrella, siguió funcionando sin fisuras y exportando las principales especies hacia Vigo.

Avancemos en un esquema de control de la zona adyacente de la milla 200 para ponerle freno al saqueo de la flota china, nadie puede estar en desacuerdo más allá que la dependencia de este y los próximos gobiernos con el financiamiento del gigante asiático tornarían milagrosa cualquier medida que revierta la situación en al atlántico sur.

Pero tengamos presente que en silencio se ha conformado una concentración brutal de barcos, cuotas y fábricas, propiedad de capitales estadounidenses. Después nos marcan su preocupación por las conductas ilegales de los chinos.

Vamos a ver, si se confirma la compra de la Nueva Pescanova por parte de alguno de los gigantes del norte si se retiran de Malvinas. Ahí funciona un gobierno de ocupación que entrega licencias de pesca ilegales a flota china y también a la española. ¿O si pueden hacer negocios, tan ilegales no son?

Buen domingo


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