La Unión del Comercio, la Industria y la Producción de Mar del Plata (UCIP) participó de la recepción al Nuncio Apostólico S.E.R Mons. Miroslaw Adamczyk, compartiendo con él la misa que presidió en la Catedral de Mar del Plata.
En la oportunidad, le obsequiaron una canasta con productos de empresas marplatenses de diferentes sectores industriales: alfajores, galletitas, gin, cervezas artesanales de diferentes marcas y sabores, bebidas espirituosas, conservas de pescado, vinos, café, escabeches, aguas tónicas en latas, etc.
De esta manera, el Nuncio que visitó Mar del Plata, además de conocer la ciudad y sus feligreses, pudo tomar contacto con el potencial emprendedor del partido de General Pueyrredon.
Fueron concelebrantes el padre obispo Gabriel Mestre, el Vicario General de la diócesis, Pbro. Luis Albóniga, el Pbro. Ariel Sueiro, párroco de la Catedral y demás sacerdotes de la diócesis.
El Padre Obispo Gabriel agradeció la presencia del Nuncio en Mar del Plata y su cercanía con los sacerdotes y toda la comunidad con la que estuvo interactuado en estos días.
Se encontraban presentes el Intendente Municipal, Guillermo Montenegro, la Presidenta del HCD, Marina Sanchez Herrero, autoridades legislativas, militares, gremiales y referentes de distintas organizaciones económicas, políticas y sociales. Por la entidad estuvieron presentes el presidente Cdor. Blas Taladrid y el dirigente Leonardo Tasca.
Al término de la ceremonia, el representante de la Santa Sede en Argentina saludó a las autoridades locales, provinciales y nacionales junto al padre obispo. Posteriormente saludaron a la comunidad turística.
Homilía.
El Nuncio, en su homilía, dijo: «rezamos por el Papa Francisco, para que Dios le de fuerza para sostener nuestra Iglesia y rezamos por la paz en el mundo entero. Recordamos al segundo Obispo de esta diócesis, al venerable Eduardo Pironio, y esperamos que pronto sea elevado a la gloria de los altares a través de la beatificación y lo pedimos en este domingo del sermón de la montaña que es el corazón del evangelio. Todos buscamos la felicidad, Dios nos creó para que seamos felices porque nos ama. Jesús mismo encarnó cada una de las buenaventuras. Quiero dejarle los mejores deseos de felicidad, que no está en la prosperidad, sino en las pequeñas alegrías cotidianas», finalizó el Nuncio.
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