Esta semana un grupo de vecinos autoconvocados de los barrios que rodean a la Central eléctrica 9 de Julio comenzaron a manifestar su preocupación por la existencia de ruidos que sobrepasan los permitidos y desprendimiento de hollín.
Por esta razón el radicalismo presentó una comunicación solicitando a la Provincia de Buenos Aires a través de los organismos que correspondan, entre ellos el Ministerio de Ambiente de la Provincia, información sobre el estado de las habilitaciones administrativas y ambientales de la Central para funcionar.
El autor del proyecto, el concejal Daniel Nuñez explicó: “el funcionamiento de la Central se ha tomado problemático para quienes habitan el Barrio Colinas de Peralta Ramos, lindero a la Central, quienes han visto afectada su salud y la tranquilidad de la zona”.
Y agregó: “por esta razón solicitamos información a las entidades pertinentes a los fines de contar con datos oficiales de su funcionamiento y de las variables ambientales”.
Por último, el proyecto solicita al Gobierno de la Provincia recibir a los vecinos de la Central, considerar la problemática planteada y tomar las medidas necesarias a los fines de mitigar las molestias sufridas por las emisiones sonoras y gaseosas de la Central.