El intendente municipal Guillermo Montenegro insistió en la necesidad de plantear una realidad local donde conviva la salud y la reactivación económica, luego de más de 200 días de diferentes etapas de aislamiento producto de la pandemia del COVID-19.
En declaraciones a Radio de la Azotea (88.7), el jefe comunal señaló que hay que buscar la forma de convivir con el virus mediante estrictos protocolos hasta que salga la vacuna «porque el paso del tiempo juega en contra de Mar del Plata y los datos del INDEC en materia de desempleo y pobreza de hace dos semanas atrás tuvieron un impacto muy fuerte».
«El tercer trimestre, sin vacaciones de invierno y con la recesión económica que hubo, seguramente tendrá índices aún más negativos y estará por encima del 30 por ciento de desempleo», agregó.
En ese aspecto, Montenegro explicó que «lo he hablado con el propio gobernador Axel Kicillof y es la situación objetiva de Mar del Plata que no es ni mejor ni peor que el de otros distritos sino que es diferente, porque eso a veces pedimos una mirada diferente en la búsqueda de soluciones para que los marplatenses tengamos otras posibilidades dentro de esta compleja realidad».
«Más allá que uno se pueda enojar más o menos defendiendo los intereses de la ciudad, creo que se necesita tener una mirada local y trabajar en protocolos incluso con más cuidados que los que se tenían antes de retroceder a Fase 3», manifestó en otro tramo de la nota.
Montenegro puso como ejemplo lo sucedido con el sector de la construcción «donde hemos perdido 4 mil puestos directo y tenemos que ver entre todos como cambiamos esa realidad y no está en mi espíritu ir en contra del gobierno nacional ni provincial porque me parece que es el momento de discutir entre todos como salimos de esta situación».
Dentro de ese contexto, donde en las ultimas semanas diferentes actividades no esenciales decidieron desconocer los alcances del sistema de fases, el Intendente entendió que las actividades tienen que ser con protocolos diferentes y muy cuidados en cada sector, «porque es muy difícil castigar al que está tratando de trabajar».
«La solución no pasa tanto desde lo punitivo sino desde lo empático y que todos los sectores sepan que hay que cuidarse y tener conciencia de la convivencia que vamos a tener con esta situación hasta que salga la vacuna y el mundo lo está resolviendo de esta manera», añadió.
No obstante, Montenegro remarcó que «el penal en contra que tenemos en Mar del Plata son las reuniones sociales, las fiestas clandestinas donde no hay protocolos y eso ha generado un impacto epidemiológico en la cantidad de contagios, a lo cual se suma el cansancio natural que genera después de 7 meses y es difícil mantener la concentración».