Por: Roberto Garrone

Lejos de la tranquilidad que supone este tiempo entre las fiestas y el comienzo de año con la mayoría de la flota pesquera todavía amarrada al muelle, la agenda del sector en el final del 2022 y los primeros trazos del nuevo año estuvo plagada de acontecimientos trascendentes.

La aprobación de madrugada de la nueva ley provincial de pesca en Chubut significó para algunos el regalo anticipado de Papá Noel. El diputado Carlos Eliceche, impulsor de la iniciativa, aseguró que ‘la Provincia de Chubut fomentará una política de desarrollo pesquero sustentable’.

Nuevos permisos de pesca -3 costeros y 3 artesanales para totalizar 78- y el blanqueo de los VACOPA. Muy sustentable todo.

Las nuevas licencias se suman a una flota que no ha parado de crecer en los últimos años de la mano de renovaciones y reconversiones, y el aumento en la capacidad de carga de los artesanales que casi podrán duplicar su poder de pesca, constituyen las principales novedades, que en realidad no sorprendieron a nadie.

La pesca sigue siendo una actividad que le regala al poder político de turno la ventaja ineludible de poder hacer caja. Por lo pronto la temporada de langostino en aguas nacionales ha logrado maquillar los números de los desembarques en Rawson y el puerto terminó el año casi que empatado en 77 mil toneladas luego de un comienzo de 2022 irregular y lleno de interrogantes.

En Mar del Plata recién en la primera hora del viernes, con los Reyes Magos, los barcos pesqueros fueron liberados tras la medida de fuerza de los conductores navales ligados al SICONARA que junto con el Centro de Patrones y el SOMU viene bregando por alguna alternativa que alivie a los trabajadores del pago del impuesto a las ganancias.

La misma pelea da Jorge Frías, aunque el secretario General de Capitanes elige otro terreno, siempre más público y si es con foto donde aparece Carlos Liberman, mejor. La respuesta para todos ha sido la misma: encargó Ariel Corsaro encabezar las gestiones. El abogado mantiene un contacto fluido con los referentes sindicales y oficia de nexo con el resto de las áreas de gobierno.

La demora en la zarpada apenas fue un llamado de atención, según refieren voceros sindicales que aspiran a que desde el Gobierno llegue alguna medida para el tributo como tuvieron los camioneros de larga distancia a quienes les dejaron afuera del pago los viáticos y las horas extras.

La idea sindical es marcar la cancha pero sin ponerle freno a la operatividad de la flota. Al menos hasta el comienzo de la temporada de langostino en aguas nacionales, la Copa del Mundo que la pesca juega cada año. La aspiración de los gremios es al menos dejar afuera del impuesto aguinaldos, vacaciones y francos.

Pero desde el 26 de diciembre se configuró un obstáculo mayor en las intenciones de los gremios de pagar menos impuestos a las ganancias. Ese día se puso en vigencia el Módulo de Transacciones Comerciales, un instrumento impulsado por la Subsecretaria en interacción con todos los actores de la industria por casi dos años.

El sistema implica un blanqueamiento de la actividad, donde los armadores deberán aportar información de capturas, la compra/venta de la materia prima, establecimientos reprocesadores y sus trabajadores. Lo que hasta ahora eran operaciones privadas y muchas veces fuera del marco tributario, especialmente las destinadas a mercado interno, ahora son iluminadas. Y queda poco espacio para la evasión. O al menos eso dicen porque en realidad no contempla plazos para incorporar los datos al sistema.

Los trabajadores marítimos, ajenos al nuevo módulo mantienen en vigencia las famosas “tablitas”, para discernir lo que iba al recibo y lo que se cobraba en negro para disminuir las retenciones por ganancias. Otros se conforman con poder ajustar al alza los ingresos por producción si todo llega a la orilla de la transparencia.

Entre el módulo de transacciones comerciales y las tablitas de los gremios, las patronales pesqueras apuran los esquemas que presentarán en la próxima reunión con autoridades. Nadie confirma que vuelva a escuchar Sergio Massa como el pasado 23 de diciembre pero todos se esperanzan con un valor de dólar diferenciado. Dólar langostino, dólar merluza, dólar vieira, dólar corvina….

Veremos qué sale. Una rebaja en los derechos de exportación podría ser una medida simple que beneficie a todo el arco exportador. La pesca no tiene dólares envasados en silobolsas. Lo que guarda en cámaras es más por falta de ventas que por especulación.

En particular, los armadores marplatenses intentan por estos días conformar un bloque en esta batalla para persuadir a los tripulantes de la imposibilidad de generar un negro cuando los partes de pesca con las capturas integran información vital del Sistema Federal de Información de Pesca y Acuicultura (SIFIPA).

El nuevo módulo tomó en plena zafra al circuito productivo en Rawson, donde también hay porciones de la torta que se cortan en negro para los oficiales de puente y máquinas. Ahí hay diversidad de criterios. Los que exportan, declaran un valor inferior al real y con la diferencia cubren los costos fuera del sistema. Ar gen ti na/Ar gen ti na

Otros que tuvieron regalo de Navidad fueron los trabajadores de Moscuzza. El telegrama de despido para cinco fileteros que no habían aceptado el retiro voluntario acordado por la pesquera con otro grupo, no fue precisamente el mejor obsequio. La intervención del SOIP, con bloqueo de los accesos a la planta de Ortiz de Zárate, no permitió la recuperación de los puestos de trabajo aunque sí una mejora en la indemnización. El argumento de la pesquera es una “reestruccturación”. Le quedan más de 40 fileteros bajo convenio del 75. Y en la cuerda floja.

Apenas pasamos la primera semana del 2023. Demasiado pronto para consuelos.


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