La fiscal que investiga el crimen de Maximiliano Rhil, asesinado a balazos en una fiesta celebrada en un balneario de la ciudad bonaerense de Mar del Plata, pidió la prisión preventiva para el empresario tucumano Juan Jesús Piero Pinna, alias «el faraón del pollo», quien está detenido como presunto autor de los disparos.
El pedido de la fiscal marplatense María Florencia Salas será resuelto ahora por la Justicia de Garantías en un plazo de cinco días.
Según fuentes judiciales, la instructora judicial requirió el procesamiento de Piero Pinna (34) por el delito de «homicidio agravado por el uso de arma de fuego» y que continúe alojado en la unidad penal de Batán.
En su indagatoria, el acusado dijo que él se defendió de una agresión previa de parte de Rhil (42), misma versión que dio la novia del empresario, Romina Ulloa, quien estuvo presente en el hecho.
En ese sentido, las fuentes señalaron que días atrás la fiscal Salas recibió los resultados del dermotest que dio positivo en las manos de la víctima ya que se detectaron partículas de plomo, antimonio y bario, lo que son producto de la deflagración de un disparo de arma de fuego.
El hecho ocurrió en la madrugada del domingo 26 de junio pasado, mientras se festejaba el cumpleaños 51 del empresario Mauricio Ríos, en el balneario Horizonte, a metros del faro de Mar del Plata, y al que Piero Pinna fue como acompañante de su novia, quien sí estaba invitada.
Durante la fiesta, Piero Pinna tuvo un altercado con otro hombre, identificado como Ariel Núñez, ya que éste aparentemente le faltó el respeto a una amiga de Ulloa y a ella, por lo cual, ambos se trenzaron a golpes de puño.
A raíz de los pelea, Núñez sufrió una lesión en una pierna, en tanto que Rhil intervino para acompañar a Piero Pinna y su novia a la playa de estacionamiento del balneario.
En esas circunstancias, se cree que el empresario tucumano tomó un arma de su auto y disparó contra la víctima, quien resultó baleado en una rodilla, un tobillo, una muñeca y la zona lumbar; lo que le provocó la muerte minutos después, a pesar de que fue trasladado hasta un centro asistencial.
Por su parte, Piero Pinna y su novia escaparon en un Toyota Corolla y recién al día siguiente se entregó en la ciudad de San Miguel de Tucumán, donde era también buscado por un robo cometido 48 horas antes del crimen de Rhil en la fábrica de pollos propiedad de su exmujer.
Tras ser indagado por ese hecho, la Justicia de Tucumán aprobó su traslado a Mar del Plata para que quedase a disposición de la fiscal Salas. (Telam)