Rusia intensificó los ataques en varias ciudades, mientras que Ucrania informó de un retroceso de las fuerzas invasoras, sobre todo en los alrededores de Kiev, y la destrucción de un barco de desembarco de tropas, en el inicio del segundo mes de una guerra en la que no se avizora un pronto final.

En coincidencia con el primer mes de conflicto, la ONU dijo que la violencia forzó a 4,3 millones de niños a huir de sus casas en Ucrania, más de la mitad de la población menor de edad del país estimada antes de la invasión.

El número de refugiados, en tanto, ya alcanzó los 3,67 millones, según las estadísticas de la agencia de la ONU para los refugiados (Acnur), con 2,17 millones alojados temporalmente en la vecina Polonia.

Ucrania y servicios de inteligencia occidentales informaron esta semana de un retroceso de las tropas rusas, sobre todo en los alrededores de la capital, Kiev, pero también ataques más intensos, muchos desde barcos o aviones o desde el espacio aéreo ruso.

En su informe diario, el Ejército de Ucrania dijo hoy haber registrado 250 vuelos de aviones de guerra rusos sobre el espacio aéreo ucraniano en las últimas 24 horas.

«Los principales objetivos del enemigo siguen siendo la infraestructura militar y civil» en las provincias de Kiev y Chernigov, en el norte de Ucrania, y Jarkov, en el este del país, dijo el Estado Mayor Conjunto ucraniano en un comunicado.

Al menos seis civiles murieron y 15 resultaron heridos hoy en un bombardeo ruso en la ciudad Jarkov, capital de la provincia del mismo nombre, dijo el gobernador en la aplicación de mensajería Telegram.

El gobernador, Oleg Siniegubov, dijo que el bombardeo ocurrió cerca de una oficina de correos en cuyas inmediaciones las personas recibían ayuda humanitaria, informó la agencia de noticias AFP.

Más temprano, el gobernador denunció un total de 44 ataques rusos en la provincia, incluyendo algunos con misiles de crucero disparados desde barcos en el mar Negro, al sur de Ucrania.

El Departamento Central de Policía de la provincia de Jarkov dijo hoy que 294 civiles, entre ellos 15 niños, murieron en esa región en ataques rusos desde el inicio de la invasión, el 24 de febrero.

La ciudad de Jarkov, capital de la provincia, de 1,4 millones de habitantes y la segunda mayor de Ucrania, ha sido de las más castigadas por la guerra, y desde el primer día.

Su alcalde, Igor Tejerov, dijo hoy que 1.143 edificios fueron destruidos en la ciudad desde que comenzó la ofensiva rusa, 998 de los cuales eran residenciales.

En la misma región se encuentra la localidad de Izium, que hoy fue controlada por las fuerzas rusas de acuerdo al Ministerio de Defensa de ese país.

Al menos otras cuatro personas, incluidos dos niños, fallecieron en una ofensiva nocturna en el este de Ucrania, dijo el gobernador de la región de Lugansk, Serguii Gaidai, que acusó a las fuerzas rusas de usar bombas de fósforo en la localidad de Rubiznhe.

Gaidai dijo que durante las últimas 24 horas fueron dañados o destruidos 31 edificios, incluidas 23 casas, en ataques en la región contra varias localidades además de Rubizhne.

«La situación en Rubizhne es muy difícil por los combates activos en la ciudad», dijo.

«Los rusos no han podido penetrar en profundidad, así que han empezado a usar armamento pesado, han empezado a lanzar bombas de fósforo», señaló.

También hoy, la Marina de Ucrania afirmó haber destruido un barco de transporte militar ruso anclado en una ciudad portuaria cercana a la asediada Mariupol, en el sureste del país.

«El buque de transporte de tropas Orsk ha sido destruido en el puerto ocupado de Berdiansk. ¡Gloria a Ucrania!», escribió la Marina en su cuenta de Facebook.

Junto al mensaje se publicó una fotografía de un gran barco indemne y otras dos, desde lejos, de una humareda en el puerto y un buque en llamas.

La Marina rusa no hizo comentarios.

La fuerzas enviadas por el Kremlin capturaron Berdiansk, sobre el mar de Azov, el 27 de febrero, tres días después de lanzar la invasión a Ucrania.

Berdiansk se encuentra 80 kilómetros al oeste del puerto estratégico de Mariupol, que está bajo asedio y ataques rusos desde fin del mes pasado.

Mariupol es quizás la ciudad más golpeada por la ofensiva, que la ha dejado sin luz, agua ni calefacción y casi sin alimentos y medicamentos.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo ayer que unos 100.000 civiles siguen atrapados en la ciudad, que antes de la guerra tenía una población de 430.000.

En tanto, Rusia y Ucrania realizaron hoy el intercambio de prisioneras más importante desde el inicio de la invasión rusa hace un mes, con 10 militares de cada bando y 30 civiles, informó la viceprimer ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk.

Más allá de esto, las negociaciones parecen estancadas en su objetivo de poner un fin a las hostilidades.

La vocera de la Cancillería rusa, Maria Zajarova, indicó que «todavía hay una posibilidad» de alcanzar un acuerdo, pero sin informar avances en las conversaciones que se realizan en formato de videoconferencia.

Mientras tanto, los líderes de la OTAN acordaron hoy desplegar 40.000 soldados adicionales en países miembro de Europa del Este y suministrar más armas al Ejército ucraniano

La invasión rusa de Ucrania «es la mayor crisis de seguridad en una generación» y «estamos unidos para mantener fuerte nuestra alianza y seguros a nuestros pueblos», dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, cuyo mandato fue renovado hoy por un año más.

De esa cumbre participó por videoconferencia Zelenski, que en su mensaje reclamó a la OTAN que «salve» a Ucrania con una «ayuda militar sin restricciones» que le permita pasar de la resistencia a la ofensiva. (Telam)


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