La reducción de retenciones a las exportaciones de productos de la pesca dispuesta en los últimos días por el Gobierno nacional incentiva la producción con valor agregado y el empleo en las provincias pesqueras, y la recuperación de los niveles de exportación de los años anteriores, aseguraron fuentes oficiales.

El Gobierno nacional modificó el esquema de aranceles de exportación a productos pesqueros, cuya elaboración y procesos de producción para el consumo final se realice enteramente en la Argentina, a través del decreto 754/2021.

La norma aprobó la eliminación de los derechos de exportación para merluza sin piel y pescados costeros, y la reducción para langostinos frescos, ambos en envases menores a un kilo; merluza procesada en tierra, calamares y preparaciones de pescado como hamburguesas y medallones entre otros elaborados derivados de la pesca.

El derecho de exportación del langostino congelado en bruto pasó de 7% a 9%, al ser un producto que se exporta en bloque y posee menor valor agregado; lo que «incentiva la elaboración local para exportar el producto en envases de menor tamaño directo para la góndola o de pescado fresco», destacaron las fuentes.

En concreto, resumieron, se eliminaron las retenciones para 64% de las posiciones arancelarias del sector, mientras que 33% de los productos tributarán con una alícuota de 3% o 1%.

En cambio, en 2018, los productos del sector pesquero comenzaron a tributar retenciones de $3 por cada dólar exportado, que fue de 7,5% y alcanzó el 5% a fines de 2019, metodología que no otorgaba incentivos para generar valor local y perjudicaba a determinados productos con alícuotas históricamente más bajas.

Desde el inicio de la actual gestión de gobierno, con la Ley de Solidaridad Social se estableció una política de reducción de los derechos referidos a las exportaciones de mayor valor agregado (industria, economías regionales y servicios); en particular, el sector pesquero tiene desde este año alícuotas entre 0% y 7%.

«La nueva medida continúa con el sendero de reducción paulatina y la eliminación de los derechos de exportación a los productos de pesca con un criterio de incentivo al mayor valor agregado local», resaltaron.

Para el Gobierno, la cadena de valor pesquera presenta un impacto altamente positivo para la economía argentina, tanto a nivel agregado nacional como por su impacto regional.

Se trata de un sector que genera empleo de calidad, aporta a una economía dinámica con productos con valor agregado y tiene una gran salida exportadora, con alrededor de 25.285 trabajadores registrados, lo que significa un crecimiento de 7% respecto a 2020 y de 4% en relación a 2019.

Se desarrolla sobre todo en el interior de la provincia de Buenos Aires (Mar del Plata) y en la zona sur del país, pero genera crecimiento y desarrollo económico en toda la economía argentina.

Las exportaciones del complejo pesquero ascendieron a US$ 1.800 millones en 2019 y US$ 1.700 millones en 2020, mientras que el acumulado a septiembre alcanza US$ 1.500 millones (20% mayor que 2020 y 14% sobre 2019, considerando los primeros nueves meses de cada año). (Telam)


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