El expresidente Mauricio Macri afirmó anoche que Argentina va a «dejar atrás el populismo», porque «el cambio está comenzando» en el país, y advirtió que el jefe de Estado, Alberto Fernández, «nunca tuvo la autoridad».

   «El cambio es posible, está empezando en la Argentina. Soy muy pesimista en el corto plazo, pero muy optimista en el largo plazo. Este aprendizaje nos permite cuando volvamos al poder hacer las cosas mucho mejor», resaltó Macri en declaraciones al canal de televisión El Trece.

   En ese marco, destacó que la vicepresidenta Cristina Kirchner es «quien gobierna», dado que el presidente Alberto Fernández «nunca tuvo la autoridad».

   «Alberto (Fernández) se contradice en el mismo día. Hablar todos los días sin rigor científico y sin apego a la verdad ha destruido el valor de la palabra presidencial», subrayó.

   Para Macri, «está habiendo un proceso de aprendizaje en la Argentina muy grande», y detalló: «Muchos creyeron en la música del populismo, pero la verdad es duro y hay mucha preocupación por lo que estamos viendo».

   Al ser consultado sobre la posibilidad volver a ser Presidente, respondió: «Hoy ni lo pienso. Mi preocupación es ayudar a los líderes que tenemos (en Juntos por el Cambio) para que se desarrollen».

   En esa línea, explicó que fracasó en su intento por la reelección «por varias razones», y subrayó: «Generé una expectativa en lo económico y no estuve a la altura».

   «El Estado estaba totalmente quebrado y negué eso en la campaña por exceso de confianza que con el ímpetu del cambio y las ganas de salir a adelante lo íbamos a poder hacer», enfatizó.

   Además, el exmandatario aseguró que «siempre» dijo «la verdad» cuando estuvo al mando del Ejecutivo nacional, y amplió: «Empecé de a poco, el gradualismo fue una forma elegante de disimular mi debilidad política».

   En ese sentido, reconoció que fue «una frustración» no haber logrado su reelección en el cargo porque, según su interpretación, «era muy claro que volver atrás era destrucción».

   En el plano económico, precisó que «en agosto del 2019 teníamos un Estado equilibrado», y aseguró que la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) la utilizaron para «pagar las deudas que ya teníamos en el país».

   «El padre de la deuda es el déficit. La deuda en Argentina no es grande, hay países que están mucho más endeudados que Argentina», argumentó.

   Asimismo, consideró que la noche en las que perdió las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) «explotó la tormenta, porque el mundo se asustó por los que venían, no eran confiables».

Respecto de los cruces entre Nación y Ciudad por la presencialidad escolar, remarcó: «Estoy en total desacuerdo con el abandono del sistema escolar. Es muy grave lo que ha pasado con la educación de los chicos. El encierro nos ha hecho mucho mal, a los chicos, a los adultos».

   «La información científica dice que es un bajísimo nivel de contagio, los padres no pueden salir a trabajar», agregó.

 Al referirse a la vicepresidenta Cristina Kirchner, Macri enfatizó: «Ella tiene un sufrimiento que no sé de dónde viene, porque si uno ve su trayectoria debería ser una persona feliz».

   «Yo no percibo que (Cristina Kirchner) tenga felicidad. El manejo de sus relaciones personales…Ella conduce desde el miedo», disparó.

   Por último, opinó que  Argentina está «en una etapa muy dolorosa, porque se combina la pandemia, la destrucción de la inversión y la inflación».(NA)


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