Matías Ezequiel Montín, el joven de 20 años que sufrió una fractura de cráneo tras ser atacado a botellazos en un boliche de Mar del Plata, aseguró hoy que se encuentra «bien, casi con un ojo menos», desde el hospital en el que permanece internado, y dijo que lo que le ocurrió «fue tremendo», a un año del ataque que le costó la vida a Fernando Báez Sosa en Villa Gesell.
«Este mensaje es más que nada para decirles que yo estaba en unas vacaciones tranquilas con mis amigos, y lo que sucedió fue tremendo, justo un año después de lo que le pasó a Fernando el chico de Gesell. Casi me sucede lo mismo a mí», señaló Montín a través de un video grabado en la habitación del Hospital Privado de Comunidad (HPC), donde continua en observación.
El joven, hospitalizado tras ser atacado a botellazos el último martes en el VIP del boliche «Ananá», señaló: «Quería comunicarles que estoy bien y agradecerles a todos los que me apoyan o rezan por mí».
Con vendajes en la cabeza y en un brazo, y moretones visibles en el pómulo izquierdo, agradeció además «a los médicos» del centro de salud, por el «gran trabajo» que realizan con él.
«Por suerte, gracias a Dios, estoy con vida. No del todo bien, recuperándome, casi con un ojo menos, pero acá recuperándome», aseguró.
Montín cuestionó además la excarcelación de Gabriel Alejandro Galvano (23) y Andrés Guillermo Bracamonte (21), hijo del jefe de la barra de Rosario Central Andrés «Pillín» Bracamonte, imputados por el ataque.
«Me parece medio injusto que yo esté acá luchando por salir adelante y que los chicos que ocasionaron esto estén en su pileta gozando de la vida», señaló, en referencia a los dos acusados que fueron liberados el domingo por decisión de la Justicia de Garantías, tras un pedido en ese sentido del defensor de ambos, Sergio Fernández.
Galvano y Bracamonte se encontraban alojados en la Unidad Penal de Batán desde el último miércoles, procesados en el marco de una causa por «lesiones graves», en la que está imputado también el futbolista de Arsenal de Sarandí, Matías Belloso, quien permaneció en libertad desde el inicio de la investigación.
Según la investigación del caso, a cargo de la fiscal Andrea Gómez, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 4, los tres acusados atacaron al joven a botellazos en la cabeza, lo que le produjo una fractura de cráneo, un hematoma cerebral, lesiones en el rostro y en la boca, por lo que debió ser internado en terapia intensiva en el HPC marplatense.
Tras más de 48 horas en la unidad de cuidados críticos, la víctima fue derivada el último jueves a una habitación común, debido a su evolución, y permanecerá hospitalizada en observación algunos días más, según informó a Télam su padre, Carlos Montín.
Galvano y Bracamonte habían sido aprehendidos en la tarde del martes, tras ser interceptados en un control policial en el partido bonaerense de Zárate, luego de dejar el hotel en el que se hospedaban y abandonar la ciudad en un BMW blanco pocas horas después del ataque.
Tras ser trasladados a los tribunales marplatenses, fueron indagados el miércoles por el fiscal Paulo Cubas, quien estuvo al frente de la causa y pidió que quedaran detenidos, mientras que Belloso se presentó ante la fiscalía de manera espontánea, y, tras su indagatoria, quedó en libertad..
Por otra parte, el abogado de Montín, Ignacio Trimarco, denunció a Cubas por incumplimiento de los deberes de funcionario público, y pidió que se investigue el posible delito de encubrimiento.
Trimarco cuestionó la decisión del fiscal inicial de la causa de no secuestrar los teléfonos celulares de Galvano y Bracamonte, tras su aprehensión en el control policial.
Aseguró además que Cubas ordenó «la entrega de las pertenencias secuestradas a los imputados el mismo día de su aprehensión, es decir el 19 de enero de 2021, un día antes de afirmar a esta parte que los elementos permanecían secuestrados». (Télam)