La temporada de verano 2020-2021 será única en muchos aspectos, todos ellos vinculados a la pandemia que enfrentamos desde el mes de marzo pasado. Sin dejar de lado los protocolos sanitarios que ya forman parte de la nueva “normalidad”, Dar Salud Internación Domiciliaria lleva adelante una campaña de divulgación con recomendaciones para prevenir afecciones propias del verano.
A través de sus redes sociales y con el aporte de los integrantes del equipo multidisciplinario de profesionales, se realizan sugerencias para pasar esta estación del año de la mejor manera.
Un trastorno habitual en la temporada veraniega es «el golpe de calor o insolación», que se produce cuando la temperatura del cuerpo aumenta rápidamente y el organismo no puede bajarla a través de los mecanismos habituales.
«Generalmente ocurre cuando las personas hacen ejercicio con climas cálidos y húmedos sin beber suficientes líquidos o por estar en un lugar caluroso durante demasiado tiempo. Pero también puede ocurrir en personas que no están haciendo ninguna actividad física, especialmente en mayores, niños y quienes tienen problemas previos», señaló el director médico de Dar Salud, Gastón Filippetti (M.P. 93825). “Como siempre, la recomendación fundamental es que ante cualquier duda se consulte a su médico o recurra a algún servicio de urgencias”.
A continuación, repasamos sus aspectos más importantes:
¿Quiénes son los que tienen mayor riesgo?
- Los menores de 5 años. Por no tener bien desarrollado el mecanismo de la sed, más aún los menores de 1 año por no ser autosuficientes para hidratarse.
- Los que tienen la piel quemada por el sol, debido a que el daño les altera uno de los mecanismos fundamentales para disipar el calor y regular los líquidos a través de la traspiración.
- Los que abusan de bebidas con alcohol y drogas, ya que su consumo favorece la deshidratación.
- Los ancianos tienen alterado el mecanismo de la sed, a esto se suma que en muchos casos tienen limitaciones físicas para hidratarse.
¿Cómo prevenirlo?
- Beber suficientes líquidos (agua, bebidas deportivas) aunque no se tenga sed. Esforzarse para tomar líquidos regularmente “como si fuera un remedio”.
- Alimentación adecuada: comidas livianas y frescas, abundantes frutas (por su alto contenido líquidos, que en algunos casos llega al 90%) y verduras. Evitar alimentos hipercalóricos, muy salados, bebidas azucaradas, con cafeína y/o alcohol.
- Si se realiza ejercicio físico hacerlo bien temprano en el día, antes de que suba demasiado la temperatura ambiente.
- Utilizar ropa liviana, suelta y de colores claros.
- No exponerse al sol directo entre las 10 y las 16 hs.
- Mantener ambientes frescos y ventilados.
Para refrescar el cuerpo:
- Tomar una ducha o baño fresco.
- Beber agua o una bebida deportiva.
- Rociarse con agua fría y luego sentarse frente a un ventilador.
- Buscar lugares frescos, idealmente en patios o parques bajo los árboles.
- Colocar una compresa o paño frío sobre su cuello, frente y/o axilas.