El presidente Alberto Fernández afirmó que la Argentina forma parte del grupo de «menos de 10 países en todo el mundo» que empezarán a vacunar contra el coronavirus antes de fin de año, en un contexto en el que los países centrales «acapararon» las dosis para ellos.
Además, en diálogo con Radio 10, el Presidente pidió ser «cautos» y no «dejarse llevar por una guerra por momentos geopolítica y por momentos comercial» en torno al origen de la vacuna y advirtió: «Detrás de la venta de las vacunas hay un mercado de decenas de miles de millones de dólares; eso tenemos que entenderlo».
«Creo que somos menos de 10 (países) en el mundo, por eso es tan importante lo que hemos logrado», respondió el Presidente ante una consulta sobre qué naciones están iniciando el plan de vacunación.
No obstante, Fernández aclaró que no podía ser «categórico» con la respuesta porque las cifras son dinámicas en cuanto a los acuerdos que se sellan entre los laboratorios y los Estados.
«Hay que tener en cuenta que los laboratorios que han llevado adelante las investigaciones para tener la vacuna son laboratorios reconocidos en el mundo, de primer nivel, y esto no puede ser puesto en tela de juicio», declaró.
En ese sentido, marcó su agradecimiento «eterno» a la Federación Rusa por haber provisto dosis al país e insistió con que el mundo central «acaparó las vacunas» y «los países de la periferia están buscando con preocupación» poder acceder a ellas.
Aseguró que su Gobierno ayudará a Bolivia y a Uruguay a obtener dosis, en un contexto en el que los países desarrollados «concentraron todas las compras».
En este contexto, dijo que le comunicó al presidente de Bolivia, Luis Arce, y al canciller uruguayo Francisco Bustillo la voluntad de Argentina de «ayudarlos a conseguir la vacuna».
«Todo lo que podamos hacer para ayudar lo haremos, a ellos y a los que nos lo pidan», subrayó el Presidente, quien aceptó que «es dificultoso lo que viene» por cuestiones que tienen que ver con «demoras en la producción» y con las compras masivas que hacen los países centrales.
En ese sentido ratificó que el martes se iniciará en Argentina el plan de vacunación y planteó que el objetivo del Gobierno apunta a que «en abril tengamos vacunadas a todas las personas de riesgo».
Consultado sobre la existencia de una supuesta campaña para desacreditar la vacuna Sputnik V, Fernández pidió contemplar la guerra «comercial» y «geopolítica» entre los proveedores de vacunas.
«El segundo punto que hay que tener en cuenta es que los laboratorios que llevaron adelante las investigaciones son reconocidos en el mundo, de primer nivel, y esto no puede ser puesto en tela de juicio», expresó taxativo.
Volvió a manifestar que le «llama la atención» el hecho de que «a la vacuna de Pfizer no le dicen la vacuna estadounidense; a la de AstraZeneca no le dicen la vacuna inglesa y a la vacuna de Gamaleya le dicen la vacuna rusa».
«Con todo el condimento que algunos quieren ponerle, se trata de un instituto que acumula varios premios nobeles en su historia», recordó.
Se refirió así al éxito alcanzado en el 2015 por el Centro Gamaleya, que desarrolló y registró dos vacunas contra el Ébola, a través de una plataforma de vectores adenovirales, un proceso que fue oficialmente aprobado por el Ministerio de Salud de la Federación Rusa.
«Conociendo todo esto, queremos garantizar las vacunas para todos nuestros ciudadanos», expresó Fernández y garantizó que Argentina ayudará en ese proceso a los países de la región que también «lo necesiten».
En otro orden, destacó que el país cuenta con el suero equino hiperinmune que «reduce prácticamente la mortalidad a la mitad» en los tratamientos contra el coronavirus, un desarrollo argentino cuyo uso fue aprobado el martes último por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) para pacientes moderados y severos.
«El costo del tratamiento es igual al de un día de terapia intensiva», apuntó el Presidente, que explicó que un enfermo de Covid-19 puede pasar un promedio de 20 días en terapia intensiva.