El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, subrayó que «no hay condiciones ni ánimo en la sociedad para un conflicto social» en la Argentina y ratificó que el Gobierno inyectará 63 mil millones de pesos este mes para «sostener la situación de los más vulnerables».

En una charla con periodistas en la sede de la cartera, Arroyo explicó que esos fondos estarán destinados a financiar el consumo de alimentos y a la puesta en marcha de unidades de producción de la economía social para «motorizar la economía del país desde abajo hacia arriba».

«En los barrios no hay grieta; en un barrio está el cura, el pastor, los distintos dirigentes sociales, poniéndole el cuerpo y trabajando: hasta hace un mes y medio todos estaban muy preocupados por el tema alimentario, hoy están preocupados por el trabajo, pero claramente no hay ánimo ni condiciones para un conflicto», declaró.

A modo de balance de su gestión y de las respuestas institucionales y comunitarias que se dieron en el contexto de la pandemia, Arroyo aseguró que, aunque «hay gente muy angustiada, que la pasa mal y que reclama con justa razón, no hay condiciones para un conflicto social» y fundamentó su convicción en el hecho de que recorre «permanentemente» los barrios y escucha a sus habitantes.

Por eso, los 63 mil millones de pesos previstos para este mes en ayuda social están conformados por 14 mil millones de pesos para la Tarjeta Alimentar; 600 millones de pesos para cajas navideñas: 12,4 mil millones de pesos para el programa Potenciar Trabajo y 14 mil millones de pesos de transferencias a municipios, provincias, comedores y merenderos, además de los 22 mil millones de aportes de la Anses.

Precisó que la cobertura alimentaria llega «a 11 millones de personas» a través de «10.000 comedores en todo el país».

A partir de una muestra realizada sobre 500 de esos comedores, el Ministerio detectó una leve baja en la cantidad de asistentes, contó Arroyo y opinó que esa mejora «tiene que ver fundamentalmente con que hay más trabajos temporarios de construcción y textil».

«Estamos reconstruyendo trabajo en 5 sectores productivos, que son la construcción, textil, producción de alimentos, economía del cuidado y reciclado, y hemos generado ya un mecanismo para que la gente cobre un salario mínimo; y hay 700.000 personas que cobran la mitad del salario mínimo, 9.400 pesos», insistió.

Reafirmó el objetivo del Gobierno de «crear 300.000 puestos de trabajo» en el 2021 y avanzar con la urbanización de 400 barrios populares por año.

«También tenemos el objetivo de construir 800 nuevos jardines de infantes porque la pobreza es más grande entre los chicos, hay que reducir la desigualdad, que significa que los chicos vayan al jardín», opinó.

La mirada estará puesta también en los «4 millones de argentinos que viven en 4.400 barrios populares», sin agua, sin servicios básicos y hacinados.

«Ahí encaramos una tarea que nos dio el Presidente (Alberto Fernández) al traspasarnos la ejecución de la urbanización, que significa abrir calles, espacios públicos, cocina y baño para mejorar la vivienda, piecita atrás para resolver el problema del hacinamiento y lotes con servicios», graficó Arroyo.

Con ese fin, durante este mes, enero y febrero próximos se reforzará el plan Potenciar Trabajo «para dar chance a la gente que tenga una base de ingreso, para ir mejorando su situación».

Este plan, en el que se fusionaron distintos programas, exige como condición que los beneficiarios tienen que realizar una contraprestación, un trabajo de cuatro horas y, en el caso de que trabaje una cantidad de tiempo mayor, su empleador -público o privado- debe completar el ingreso de un salario mínimo, explicó el ministro.

Potenciar Trabajo prevé además subsidios y/o créditos a Unidades de Gestión y Unidades de Gestión Asociadas, a cargo de los mismos beneficiarios, con el objetivo de promover la inclusión laboral y social. (Télam)


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