El Reino Unido y Rusia dieron un gran paso hacia una posible erradicación del coronavirus al anunciar el inicio de campañas de vacunación la semana próxima, en medio de un recrudecimiento de la pandemia que volvió a saturar hospitales en Estados Unidos y a forzar un levantamiento paulatino de las restricciones en Europa.

Tras convertirse en el primer país del mundo en aprobar la vacuna de Pfizer/BioNTech, el Reino Unido anunció hoy que prevé iniciar la próxima semana la campaña de vacunación contra la Covid-19 con la distribución de un lote inicial de 800.000 dosis, que permitirá inocular a unas 400.000 personas.

En total, el país adquirió 40 millones de ejemplares de esta vacuna, que mostró un 95% de efectividad en los ensayos clínicos y requiere dos inyecciones con 21 días de diferencia.

Esta será «la mayor campaña de vacunación que se haya llevado a cabo en la historia de nuestro país», afirmó el jefe del servicio de Salud Pública de Inglaterra, Simon Stevens, citado por la cadena BBC.

Con más de 59.000 muertes, el país europeo más castigado por la pandemia empezará a inmunizar a principios de la próxima semana a los residentes de geriátricos, para continuar con sus cuidadores y los mayores de 80 años.

La vacunación, que no es obligatoria, podrá realizarse en hospitales, centros especiales, farmacias y puestos ambulatorios.

De momento, el último grupo previsto son los mayores de 50 años, pero la campaña se extenderá durante varios meses y según el ministro de Salud británico, Matt Hancock, «a partir de Pascuas las cosas mejorarán».

Las autoridades reguladoras aún deben aprobar esta vacuna en Estados Unidos, que encargó 100 millones de dosis, y en la Unión Europea, donde se pidieron 300 millones.

También Rusia ordenó hoy iniciar una campaña de vacunación «a gran escala» contra el coronavirus la semana próxima.

«Organicemos el proceso para que la vacunación a gran escala comience a fines de la próxima semana», dijo el presidente ruso, Vladimir Putin, a la viceprimera ministra, Tatiana Golikova, quien supervisa los esfuerzos de respuesta de Rusia a la Covid-19.

Putin dijo que alrededor de 2 millones de dosis de la vacuna rusa contra el coronavirus Sputnik V ya se han producido o se fabricarán en los próximos días, lo que permitirá a los médicos y maestros rusos recibir las dos dosis de inmediato, reportó la agencia de noticias rusa Interfax.

La Sputnik V, que tuvo una eficacia en las pruebas del 95% 42 días después de la primera dosis, precisa la aplicación de dos inyecciones, según señalaron la compañía Binnofarm.

El anuncio del Kremlin se dio luego de que el país registrara por segundo día consecutivo un nuevo máximo de decesos diarios por la enfermedad, con 589 en la última jornada, informó hoy el centro ruso responsable de la lucha contra el virus.

En tanto, al otro lado del Atlántico, el jefe de los científicos de la campaña del Gobierno de Estados Unidos para producir y distribuir vacunas contra la Covid-19, Moncef Slaoui, dijo hoy que espera que la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) del país autorice para el 10 u 11 de diciembre el uso de la vacuna de Pfizer/BioNTech.

De ser así, se iniciaría este mes la inmunización en primer lugar de los profesionales de la salud y en las residencias de ancianos, según recomendó un comité asesor de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

La necesidad de una vacuna urge en el país más golpeado por el brote en el mundo, que registró ayer 2.597 muertes en 24 horas, la segunda cifra más alta en un solo día desde que comenzó la pandemia, informó hoy la Universidad Johns Hopkins.

De acuerdo a este balance, la cifra total de muertes asciende a 270.645 en Estados Unidos, mientras que los contagios, sumados los 180.083 registrados en la última jornada, ya son 13.721.645.

Asimismo, la situación hospitalaria es cada vez más crítica, con 99.000 internados por Covid-19 en la víspera, lo que constituye también un récord desde el inicio de la pandemia, según la plataforma Covid Tracking Project.

En cambio, en Europa, la mejora de la situación epidemiológica en varios países pareciera apuntar a que el pico de la segunda ola del brote quedó atrás y algunos Gobiernos decidieron levantar las restricciones vigentes por el brote, aunque de forma paulatina.

Tal es el caso de Inglaterra, que pasó hoy de su segundo confinamiento a un sistema de limitaciones locales basado en tres niveles de alerta, en función de la gravedad de la epidemia por zonas.

Si bien pudieron reabrir todos los comercios, además de los servicios religiosos y los centros deportivos, en la mayoría del país está prohibido reunirse con familiares y amigos en interiores, mientras que en las zonas más afectadas cines y teatros permanecen cerrados y bares y restaurantes sólo pueden vender comida para llevar.

En Austria, que se encuentra bajo confinamiento desde el pasado 17 de noviembre hasta el próximo domingo, el canciller Sebastián Kurz dijo hoy que el país mantendrá cerrados restaurantes, bares y hoteles hasta principios de enero, pero permitirá esquiar a partir del 24 de diciembre, entre otras actividades.

Kurz dijo que el progreso realizado permite una apertura «cautelosa» y anunció un toque de queda entre las 20 y las 6 y la reapertura de escuelas, excepto para los estudiantes mayores, al igual que de tiendas, museos, bibliotecas y algunos otros negocios que no sean esenciales. (Télam)


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