Aerolíneas Argentinas reanudará este viernes, con cuatro servicios que despegarán desde el aeropuerto Internacional de Ezeiza, los vuelos regulares que habían quedado suspendidos desde el 20 de marzo último debido a las restricciones impuestas por la pandemia del coronavirus.

La semana pasada el ministro de Transporte, Mario Meoni, había anunciado la rehabilitación de la actividad regular, que luego fue reglamentada mediante una resolución publicada en el Boletín Oficial, con la salvedad de que quedaba como potestad de las provincias decidir si aceptaban la llegada de los vuelos y, en caso positivo, las condiciones que impondrían para el ingreso de los pasajeros.

En base a esto, la compañía de bandera avanzó con una programación, a partir de este viernes, sujeta a la posición que al respecto asumiese cada provincia, por lo que quedaron confirmados hasta el momento cuatro vuelos: uno que partirá a las 5 hacia Jujuy, otro a las 6 rumbo a Mendoza, un tercero que despegará a las 9 con destino a Ushuaia y finalmente el cuarto que saldrá hacia Tucumán a las 17.05.

Algunas provincias pusieron como requisito contar con PCR negativo (el test que determina no estar contagiado con Covid-19), con una anticipación de entre 48 y 72 horas, lo que hace inviable la concreción de algunos vuelos de los que estaban programados para mañana y los días subsiguientes.

En principio los vuelos programados eran tres, pero esta tarde se sumó Tucumán, ya que si bien las autoridades de esa provincia solicitan PCR negativo, le dieron la posibilidad a los pasajeros que no se hubieran realizado el test, de hacérselo una vez arribados al destino, con lo cual el vuelo fue habilitado.

Fuentes de Aerolíneas ratificaron a Télam que la programación para octubre es la misma anunciada ayer, con la salvedad que, aquellos vuelos a destinos cuyas autoridades pidieron PCR, fueron postergados por una semana para darle tiempo a los pasajeros a cumplimentar el requisito solicitado por las provincias.

No obstante, casi todas han aceptado el retorno de los vuelos, con excepción de Formosa, que se manifestó en contra de recibirlos, sin especificar hasta cuando mantendrá esta decisión, y Santa Cruz, que pidió que los vuelos regulares se realicen a Río Gallegos y El Calafate desde noviembre.

La aceptación por parte del público del retorno de los servicios regulares quedó reflejada en la cantidad de pasajes vendidos para estos vuelos, con una ocupación de entre un 70 y 80%, según lo informado por las fuentes.

Durante octubre, para abordar un avión de Aerolíneas Argentinas es necesario ser trabajador esencial, según el decreto 927/2020 articulo 11, o tener que asistir a la realización de tratamientos médicos.

También, contar con certificado habilitante de movilidad (Certificado Único Habilitante para Circulación-Emergencia Covid-19, que se deberá completar entre 24 y 3 horas antes de la salida del vuelo).

Todos los pasajeros deberán llevar puesto su tapabocas en todas las etapas del vuelo y no les estará permitido viajar a pasajeros con Covid-19 positivo o que posean síntomas, ni con temperatura mayor a 37,5 sin justificación médica.

Contemplar, además, que al llegar al aeropuerto deberá justificar que posee su ticket comprado o su tarjeta de embarque para el vuelo, a lo que se deberán sumar las restricciones o normativas que impulsarán las autoridades de cada provincia.

Para volar, Aerolíneas implementó protocolos sanitarios y medidas de higiene y prevención en cada una de las etapas de la experiencia de vuelo, siguiendo las recomendaciones de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), ACI (Airports Council International), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Salud.

Entre las recomendaciones se encuentran llegar temprano al aeropuerto, debido a que las medidas preventivas que están adoptando pueden requerir más tiempo para realizar el recorrido dentro del mismo, y sólo podrán ingresar a la estación aérea los pasajeros que tengan vuelos desde esa terminal.

En la puerta de acceso se controlará la temperatura y es obligatorio el uso del barbijo o tapaboca en todo momento.

En vuelos de cabotaje, la recomendación es llegar con un mínimo de 2 horas de anticipación y con el check-in listo, para realizar de forma ordenada todo el proceso de aceptación y traslado dentro de la terminal.

Para validar la identidad, se deberá mostrar el DNI y no hará falta entregar la documentación al personal de tráfico, en tanto que se sugiere viajar únicamente con un artículo personal a bordo cumpliendo con las medidas máximas, lo que agilizará el embarque y desembarque, y minimizará los movimientos dentro del aeropuerto.

Se podrá llevar en el equipaje de mano un alcohol en gel de hasta 100 ml y en todo el proceso de embarque habrá que mantener las distancias mínimas de separación e higienizarse frecuentemente las manos.

El embarque se realizará por grupos reducidos y de las últimas filas hacia adelante, y la validación del boarding pass la realizará el propio pasajero en el lector correspondiente.

Mientras que sea posible, el embarque se realizará por puertas con mangas de acceso, pero de ser necesario el uso de micros se hará en grupos reducidos.

Dentro del avión habrá que limitar al máximo el movimiento y, si es necesario acudir al toilette, se debe verificar que el cartel indicador de disponibilidad se encuentre encendido en color verde antes de levantarse del asiento y no formar fila en los pasillos de la nave.

El material de lectura, mantas, almohadas y auriculares se encuentran suspendidos y también los servicios de comidas y bebidas en los vuelos domésticos, mientras que en vuelos internacionales el servicio a bordo es limitado con un menú de contingencia en bolsas individuales, compuesto por productos frescos e industrializados.

Antes y después de cada vuelo, el personal asignado, provisto de PPE (Personal Protective Equipment), realiza el procedimiento de limpieza y desinfección, tareas que se intensifican en las zonas de alto contacto como asientos, apoyabrazos, mesas rebatibles, cinturones de seguridad, pantallas y controles, mientras que también se realiza un trabajo minucioso en baños, cestos de residuos, galleys y puertas.

Durante el vuelo, el sistema de filtros utilizado por la industria permite la renovación constante del aire de la cabina, eliminando el 99,9% de bacterias y microbios que circulan, y hace del avión un lugar seguro. (Télam)


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