La situación epidemiológica de Mar del Plata genera inquietud en el sector comercial ante la firme posibilidad que la Provincia disponga un retroceso de Fase a partir del lunes próximo.
En la actualidad, Mar del Plata se encuentra en Fase 4 aunque con algunas concesiones como una prueba piloto de las cafeterías. Pero el gobierno provincial anunció nuevo parámetros para cada fase y por la cantidad de casos que tiene la ciudad podría volver a Fase 3.
Esta posibilidad cobra cada vez mayor fuerza y genera preocupación en sectores comerciales y productivos y así lo hicieron saber desde la UCIP.
«Un retroceso de fase significaría un impacto socio-económico negativo en la población en general y en los sectores productivos, motores del quehacer socio-económico y la subsistencia colectiva», señalaron a través de un comunicado.
Desde la Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP) de Mar del Plata expresaron que «no podemos ser ajenos a lo que ello significa, ya que el comercio ha sido tremendamente perjudicado, con riesgos ciertos de desaparición de cientos de establecimientos. Como así también, el sector gastronómico, que todavía no ha podido reabrir sus puertas con lo que puede llevar a la ruina a un alto porcentaje. A estas situaciones se suman los shopping, la hotelería, la construcción, etc.»
Más adelante, remarcaron que la población marplatense ha demostrado tener responsabilidad ciudadana. «Hemos respondido a lo que solicitaron las autoridades con actitud positiva. Tenemos autoridad moral para que el Estado Provincial comprenda que tenemos que ser escuchados. Lo sucedido en los últimos días no ha sido por inconducta social, sino por irresponsabilidad de sectores más sensibles y también por la no asistencia del Estado en establecimientos estatales de la salud. Sin embargo nos castigarán a quienes solo queremos trabajar, cumpliendo con los protocolos más exigentes como hemos hecho hasta ahora. Merecemos se nos escuche y se nos atienda», sentenciaron.
Tras las críticas, sostuvieron que «hoy la gran preocupación es el AMBA y la compartimos. Creemos que ahí hay que poner el acento. No ir por el camino aparentemente fácil de castigar a quienes han cumplido y a los más necesitados».
«Las autoridades municipales nos han acompañado y les solicitamos que lo sigan haciendo. Nos necesitamos mutuamente, para exigir y para cumplir», finalizaron.