El 21 de junio de 1982 la Organización de la Naciones Unidas (ONU) celebró la primera Asamblea Internacional dedicada al envejecimiento. Mar del Plata tiene un alto número de habitantes mayores de 60 años, lo que la convierte en uno de los principales polos gerónticos del país.
Según datos del INDEC (2020) la población mayor de 60 años representa el 21,4 por ciento de la población marplatense, comparado a un 17,9 por ciento en otras ciudades. De ese porcentaje una cuarta parte vive en hogares unipersonales, la mayoría -el 38 por ciento- vive en hogares con otras personas mayores, mientras que el 36 por ciento conviven con personas de otras generaciones en hogares multi-personales mixtos.
Deisy Krzemien, psicóloga e investigadora adjunta del Instituto de Psicología Básica, Aplicada y Tecnología (IPSIBAT, CONICET-UNMDP) es especialista en procesos psicológicos, neurocognitivos y adaptativos en el envejecimiento normal o no patológico. Además, dirige el Grupo de Investigación interdisciplinario “Gerontología y Psicología del curso vital” de la Facultad de Ciencias de la Salud y Servicio Social de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP), donde desarrollan proyectos y producciones sobre la comparación entre adultos mayores jóvenes y longevos en el funcionamiento ejecutivo y el potencial cognitivo, y otras cuestiones como sabiduría, pensamiento post-formal y potencial humano.
Krzemien junto con otros investigadores del IPSIBAT y la UNMDP tomaron la iniciativa de un proyecto que tiene como objetivo brindar información y herramientas psicoeducativas que permitan disminuir la ansiedad, el estrés y la depresión vinculadas a la situación del Covid-19 que afectan la calidad de vida de las personas mayores.
Éste se denomina “Recursos digitales para cuidadores de adultos mayores. Diseño de una Aplicación para la práctica del Mindfulness” y pone especial atención en los aspectos psicológicos de los cuidadores de adultos mayores en este contexto de la pandemia, lo cual resulta fundamental tanto por su propio bienestar, como por el de las personas mayores.
El proyecto propone brindar mediante una aplicación virtual actividades y experiencias guiadas por profesionales de la salud mental especialistas en la temática, que puedan ser llevadas a cabo desde el lugar en el que se encuentre el cuidador. Esta propuesta se suma a la oferta de dispositivos gratuitos y virtuales de contención y acompañamiento psicológico para adultos mayores propuesta por un equipo de extensionistas de la Facultad de Psicología de la UNMDP.
Deisy enumera algunas recomendaciones útiles para aliviar a las implicancias psicológicas negativas del aislamiento:
- Contar con información oficial de organismos de salud,en una dosis justa y necesaria, para tener conocimiento sobre los aspectos de cuidado y prevención, evitando detalles del progreso de la pandemia, y del covid-19, ya que puede ser un factor de estrés y ansiedad.
- Desalentar el consumo excesivo de noticias, y la reproducción de información falsa y/o tendenciosa.
- Considerar este tiempo como una oportunidad para recrear estrategias de afrontamiento positivas y adaptativas: emprender actividades, ocupaciones, intereses en casa, que se orienten a la promoción de la salud y la mejora de la calidad de vida, mediante la modificación de hábitos y costumbres (mantener una alimentación saludable, nuevas rutinas, comunicarse con frecuencia con otros, realizar actividades físicas e intelectuales diariamente, hacer arreglos en la casa, leer o estudiar un idioma, aprender alguna herramienta de comunicación virtual, aprender a usar redes sociales)
- Evitar recurrir a estrategias de afrontamiento desadaptativas o al aumento de conductas evitativas (mala alimentación, el excesivo uso del descanso, de alcohol o automedicación, el excesivo uso de la televisión o el aislamiento social virtual).
- Participar de algún programa virtual de contención psicológica profesional y, a su vez, reunirse virtualmente con pares que estén sobrellevando la situación con actitudes positivas.
- Tener presente que esta situación no es definitiva, y prepararse cada día sin importar la edad o el tiempo que lleve para recuperar la normalidad.
Krzemien advierte que ante la situación actual es necesario ofrecer respuestas solidarias para aliviar y asistir a personas mayores como grupo vulnerable y también a aquellas personas que cumplen con el rol de cuidadores de personas mayores. “Creo que la situación interpela a generar acciones cooperativas e interdisciplinarias, reforzando los nexos entre la Universidad y nuestra comunidad, para generar relaciones sostenibles y proyectos sustentables que posibiliten articular un impacto directo sobre los sistemas de salud en general, y de las personas mayores en particular”, concluye la investigadora