El Senado avaló una decena de decretos emitidos por el gobierno de Alberto Fernández para aplacar los efectos de la pandemia de coronavirus, en una nueva sesión virtual en la que la oposición frenó la aprobación de las leyes de alquileres y de educación a distancia y abandonó la videoconferencia.
El oficialismo siguió adelante con la sesión y votó a favor de la ampliación de facultades al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, para reasignar partidas en medio de la pandemia e invalidó un decreto del ex presidente Mauricio Macri que dispuso el traspaso del control de las escuchas telefónicas de la órbita de la Procuración General de la Nación a la de la Corte Suprema de Justicia.
Antes de desconectarse de la sesión acusando al oficialismo de «atropellos» por incluir en el debate temas no vinculados a la pandemia, 29 senadores de Juntos por el Cambio y aliados se opusieron a habilitar sobre tablas el tratamiento de los proyectos de ley de alquileres y de educación a distancia.
La sanción de ambas leyes se pospuso entonces hasta la próxima sesión del Senado debido a que para recibir el aval hoy requerían de los dos tercios de los votos ya que no habían transcurrido los siete días reglamentarios entre el dictamen y el tratamiento en el recinto.
El jefe de los senadores del Frente de Todos, José Mayans, calificó como «irresponsables y caprichosos» a los senadores de Juntos por el Cambio y su compañera de bancada, Anabel Fernández Sagasti, le reprochó falta de «valentía» y de «no estar a la altura de las circunstancias».
El jefe de los senadores de JxC, Luis Naidenoff, denunció por su parte «atropellos autoritarios», acusó al oficialismo por «cambiar la hoja de ruta» e incluir temas no previstos y lo comparó con «la orquesta del Titanic que mientras el trasatlántico se hundía y algunos pasajeros peleaban por su vida la orquesta seguía tocando como si nada pasara».
Después de que la oposición se retiró de la sesión virtual -la tercera desde que rige el aislamiento obligatorio-, los 42 senadores del FdT se abocaron a fundamentar en discursos de diez minutos cada orador las razones de la validez de una decena de decretos firmados por el presidente Fernández.
Entre los decretos aprobados están las prorrogas del aislamiento social y el cierre de fronteras, la prohibición de los despidos y de cierre de cuentas bancarias y la imposibilidad de suspender el servicio de prepago de telefonía móvil o internet por falta de abono.
También se incluyó el decreto 457 que otorga al jefe de de Gabinete, Santiago Cafiero, mayor autonomía para redistribuir partidas presupuestarias, algo que fue cuestionado por la oposición por considerar que esa ampliación era «injustificada».
El senador Maurice Closs, uno de los cuatro senadores autorizados a participar de la sesión en el recinto junto a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, rechazó la denominación de «superpoderes» a las atribuciones otorgadas a Cafiero.
Su compañero de bancada, Carlos Caserio, defendió el DNU al señalar que se están «pidiendo facultades para aumentar gastos que permitan aumentar recursos para evitar la pandemia».
El senador Oscar Parrilli fue el encargado de fundamentar la posición de rechazo de dos decretos de Macri sobre el traspaso de escuchas a la Corte al señalar que el ex presidente «comandó un equipo junto a Gustavo Arribas y a Silvia Majdalani (ex jefes de la Agencia Federal de Inteligencia AFI) para implementar el más perverso mecanismo de inteligencia ilegal en la Argentina».
Su par Guillermo Snopek valoró la decisión del presidente Fernández de intervenir la AFI al señalar que sacó al organismo de «un esquema de secretismo y oscurantismo» por el cual «se espiaba a propios y extraños».
Antes de retirarse de la sesión, el jefe de los senadores de Cambiemos, Naidenoff, había declarado que el Senado se estaba convirtiendo en «un tribunal fiscalizador» y pidió tener «cuidado con quebrantar el estado de derecho».
El senador del interbloque Federal, Juan Carlos Romero, que se retiró también de la sesión en sintonía con sus pares de Cambiemos, reprobó el decreto de reasignación de partidas al señalar que «se vuelve a la época en que se podía hacer cualquier cosa». (Telam)