Monseñor Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata, mantuvo en los últimos días, diversas comunicaciones virtuales con los obispos de la región, con miembros de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal y con los sacerdotes de la diócesis. En todas estas instancias se manifestó el anhelo de poder volver a las celebraciones litúrgicas en los templos con los fieles.
La actual emergencia sanitaria, la responsabilidad por el cuidado de cada persona, especialmente por aquellos que se encuentran en situación de mayor riesgo, no da lugar a decisiones apresuradas, como tampoco a medidas que se aparten de la normativa establecidas por las autoridades nacionales, provinciales y municipales.
Sin embargo, ante la actual situación de “cuarentena administrada” los obispos han manifestado al gobierno nacional que la actividad religiosa se encuentra entre aquellas esenciales para los creyentes y, por tanto, la necesidad de tener en cuenta que también deberán ser consideradas a la hora de la administración de la cuarentena.
En efecto, lejos de analogarse a un espectáculo público o a cualquier aglomeración con fines lúdicos o comerciales, los actos de culto son el espacio que permiten mantener “alta la moral” y acompañar un proceso de gran dificultad y riesgo como el que estamos viviendo. La mirada trascendente, la reconciliación, la Palabra de consuelo y de esperanza, el compromiso sostenido de caridad y el acompañamiento cercano, son aspectos insoslayables para mantener el ritmo de una marcha que se hace cada vez más ardua.
Por otra parte, las celebraciones litúrgicas podrían adaptarse planificando ordenadamente la asistencia de fieles y respetando las consignas sanitarias actualmente vigentes, tal como se está realizando en las diversas actividades permitidas por el gobierno en la “cuarentena administrada”.
La respuesta del gobierno nacional al pedido de los Obispos Argentinos de poder volver a celebrar las Misas con fieles, difundida recientemente por la secretaría del más alto organismo de la Iglesia Católica en Argentina, expresa: “El Secretario de Culto de la Nación nos trasmitió que las autoridades nacionales continuarán evaluando nuestra presentación, pero por ahora consideran necesario mantener las medidas contenidas en la actual emergencia sanitaria como prevención y, con el aislamiento que afectan nuestras celebraciones”.
En el marco de la celebración de la fiesta de la Virgen del Valle de Catamarca, al cumplirse los 400 años de su aparición, la Iglesia Argentina pone en el corazón de la Madre del Señor a cada persona de nuestra Patria, con sus necesidades e intenciones e implora la intercesión de nuestra Madre para que podamos superar la prueba de la Pandemia, Covid 19.
Monseñor Mestre, junto a su obispo auxiliar y a todos los presbíteros, diáconos y responsables de las diversas áreas pastorales expresan a la comunidad su disponibilidad y cercanía. Asimismo, renuevan el compromiso de servicio a todos, con especial atención a quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad.
Que el anhelo de recuperar los “espacios físicos” genuinos donde se nutre y fortalecen la fe, la esperanza y amor pronto puedan ser una realidad y el encuentro “presencial” anime la marcha de nuestro Pueblo.