Los coronavirus son una familia de virus que se descubrieron en los años 60. Existen diferentes tipos y pueden provocar distintas enfermedades, desde muy leves como un resfrío, a cuadros más graves como neumonías severas que pueden llegar a ser mortales. A esta familia, pertenece el virus SARS Co V 2, responsable de la enfermedad que hoy llamamos COVID-19.

La característica particular de este virus  es su alta contagiosidad, lo cual hace que pueda  afectar a gran número de personas. La mayoría de los casos son leves, pero en una minoría pueden producirse cuadros de mayor gravedad, fundamentalmente en personas mayores o que padecen otras enfermedades. En todos los casos, de presentar fiebre y algún otro síntoma es importante consultar al médico.

Las  personas con afecciones médicas crónicas, incluidas las enfermedades respiratorias, deben tomar precauciones adicionales para minimizar el riesgo de COVID-19. Además de las medidas preventivas generales difundidas por el Ministerio de Salud, que aplican a toda la población, la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria brinda algunas recomendaciones generales y particulares para pacientes con diferentes afecciones respiratorias:

Pacientes con enfermedades respiratorias en general

  • Respetar estrictamente su tratamiento habitual sin modificar las indicaciones ni automedicarse.
  • Tener la precaución de abastecerse de los medicamentos necesarios para varias semanas.
  • Evitar las multitudes y los viajes no esenciales.
  • Quedarse en casa tanto como sea posible.
  • Mantener actualizado su esquema de vacunación anual (vacuna antigripal y antineumocóccica).
  • Evitar el uso de medicación a través de nebulizadores dentro de su casa ya que podría, en caso de estar infectado, dispersar virus por el ambiente y de esta manera infectar a otra persona. Si recibe medicación a través de nebulizaciones, procure cambiar el modo de administrar estos fármacos (broncodilatadores, corticoides inhalados, etc.) usando preferentemente inhaladores de dosis medidas (aerosoles) que pueden administrarse en forma directa si tiene el entrenamiento adecuado, o a través de una cámara espaciadora con máscara. También se recomienda el uso de dispositivos de inhalación de polvo seco en envases multidosis o en cápsulas individuales. Si en el domicilio hubiera más de un paciente que requiere fármacos inhalados cada uno debe tener su propio dispositivo
  • Si por algún motivo no puede cumplir esta recomendación, las nebulizaciones deben realizarse preferentemente en un lugar que minimice la exposición a los miembros del hogar. La ubicación podría incluir el exterior en una galería, patio o en un garaje, donde el aire no se recircula al interior de la casa y las superficies dependientes pueden ser más fáciles de limpiar (o pueden no necesitar limpieza).
  • Continuar con la actividad física acordada con su kinesiólogo, usando equipamiento domiciliario (bicicleta, cinta, caminador elíptico, etc.) o, de no tenerlos, use escaleras o patios para caminar.
  • Tener en cuenta que durante la pandemia COVID-19, sólo se realizarán estudios que permitan tomar decisiones impostergables, esto es cuando el resultado pueda modificar sustancialmente alguna conducta médica. No se realizarán estudios de control o valoración periódica.
  • Ante la circulación de noticias sin grados de evidencia científica aceptable o que pueden ser factor de confusión o alarma, sugerimos que ante cualquier duda, consulte con su neumonólogo o a la AAMR al correo aamr@aamr.org.ar que tiene un canal habilitado de consultas.

Fumadores
El tabaquismo podría, directa o indirectamente, contribuir en el desarrollo de infecciones virales de la misma familia del COVID-19, potenciando el riesgo de enfermedad y con peor pronóstico. Por lo tanto, los fumadores tienen incrementado el riesgo de desarrollar una enfermedad más grave al infectarse con COVID-19. La infección con coronavirus toma relevancia no sólo en el fumador, sino también en relación a quienes están expuestos al humo de tabaco ambiental (tabaquismo pasivo).

El virus puede ser vehiculizado a través del humo, por lo que, un fumador pasivo, que inhala lo expirado por el fumador activo, podría contagiarse. Por eso se recomienda no fumar si hay otras personas presentes y tomar una distancia aún mayor a la recomendada sobre todo si se está en un ambiente cerrado.

Al igual que el cigarrillo convencional, el uso de cigarrillo electrónico se transforma en un potencial agente trasmisor del coronavirus, ya que la utilización de ambos supone arrimar los dedos y manos a los labios, lo que aumenta la posibilidad de transmisión del virus de la mano a la boca.
Aparte de los beneficios conocidos de dejar de fumar, en esta situación va a disminuir la posibilidad de transmisión de infección por COVID-19 y en caso de enfermar, un ex fumador tendrá mejor manejo de la infección por el impacto beneficioso, positivo e inmediato en el funcionamiento del aparato respiratorio y cardiovascular.


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