Al cumplirse el cuarto día del aislamiento social dispuesto por el gobierno nacional en el marco de la pandemia por el coronavirus, en Mar del Plata se observan dos realidad claramente contrapuestas.
Mientras que en sectores del microcentro y de la costa se observa un gran nivel de acatamiento por parte de los vecinos, en barrios de la periferia el panorama difiere considerablemente.
A lo largo del fin de semana y durante la mañana de este lunes feriado en los polos comerciales de barrios de la zona sur como Juramento, Cerrito Sur o Las Heras, el movimiento dista bastante de lo solicitado por las autoridades.
Más allá de las restricciones y medidas de prevención que adoptan los comercios de primera necesidad, resulta habitual ver el aglomeramiento de personas en las puertas de carnicerías, supermercados chinos y despensas, esperando que llegue su turno para ingresar a comprar.
A su vez, la presencia de personal policial o de otras fuerzas de seguridad e incluso del propio estado municipal es mínimo o directamente brilla por su ausencia.
Un panorama similar se puede apreciar y escuchar durante la noche donde el tronar de las motocicletas, la aceleración de los autos y el griterío de aquellos que deambulan resulta por demás notorio.