El club Biguá Rugby de Mar del Plata prohibió el alcohol en el tercer tiempo y brindará charlas obligatorias a sus jugadores para prevenir la violencia, entre otras «medidas ejemplificadoras» tomadas luego del crimen de Fernando Báez Sosa, atacado por un grupo de rugbiers en la localidad de Villa Gesell.
En un comunicado, la institución informó que si bien sostienen que «no hay que culpar cien por ciento al deporte» por las acciones violentas que ejercen algunos que practican rugby, resolvieron poner en practica «cuatro medidas ejemplificadoras» para evitar la violencia.
La primera de ellas es eliminar por completo la ingesta de alcohol en los denominados «tercer tiempo» de todos los partidos del campeonato competitivo de todas las divisiones del club a partir del primer partido oficial del 2020, para jugadores, cocineros, entrenadores y dirigentes.
En segundo lugar, brindará charlas de diversos temas vinculados con la violencia como por ejemplo noviazgos violentos, comportamiento en grupo, violencia de género, adicciones, entre otras.
Las charlas serán de carácter obligatorio para cada jugador que quiera representar a la institución.
Otras de las medidas que tomarán es desterrar cualquier tipo de práctica de iniciación o «bautismo» que contenga acciones violentas e invasivas, tanto dentro como fuera del club, como en viajes y giras para los partidos que tengan que disputar en condición de visitante.
Por último, ante cada jugador se implementará y se dará a conocer el reglamento interno del club en donde actuará el tribunal de disciplina en cada acción incorrecta que realicen dentro y fuera de la cancha o predio del club.
El crimen de Fernando ocurrió el sábado 18, alrededor de las 4.50, a la salida del boliche «Le Brique», en la avenida 3 y Paseo 102, situado en pleno centro de Villa Gesell, donde el joven estudiante de Derecho fue atacado a golpes de puño y patadas que le provocaron la muerte.
Por el hecho, 10 rugbiers de un club de la localidad bonaerense de Zárate fueron aprehendidos y hasta hoy permanecen detenidos hasta tanto se resuelva la responsabilidad de cada uno de ellos en el homicidio.
Esos jóvenes y el remero Pablo Ventura están imputados del delito de «homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas», dos de ellos como «coautores» y el resto como «partícipes necesarios». (Télam)