Por: Roberto Garrone
Mientras CaIPA y CEPA ya pidieron vista del expediente que asignó de manera discrecional las 5 mil toneladas de langostino del Fondo de Fomento Productivo, lo cual implica la suspensión de los plazos administrativos, a la espera de la presentación de un recurso formal, la monetización del reparto de cuota –ya hay algunos armadores firmes en pedir una rebaja después que quedara al descubierto la maniobra- no es el único negocio que florece en estos tiempos.
El Acta 17 del Consejo Federal Pesquero aprobó una reformulación que no solo generó asombro, indignación y preocupación en el resto de los administrados, sino que dejó al descubierto la comunión de necesidades.
La del administrado que aprovecha el momento para ofrecer una buena recompensa a cambio de reformulaciones con votos por unanimidad y los funcionarios que ven la luz de salida en diciembre y ya se sienten impunes a cualquier cuestionamiento mientras blindan con mayor solidez su fondo de retiro.
Javier Picco es el administrado voraz. Miembro de la CAFACh, la cámara que digita casi a voluntad la política pesquera en Chubut que define Adrián Awstin, el armador extinguirá los permisos de pesca de sus barcos “Altar”, “Caliz”, “Misal” y “Sagrario” que suman entre los cuatro 1968,76 toneladas de todas las especies con exclusión de las sometidas al régimen de CITC.
El “Altar”, recordemos, es uno de los barcos de Chubut que recibió/pagará retorno por las toneladas del fondo de fomento.
El empresario chubutense se comprometió a desguazar la lancha “Due Fratelli”, una de las que todavía no se había vendido del saldo de ofertas en la banquina chica del puerto marplatense. La embarcación cuenta con un permiso irrestricto de todas las especies con exclusión de merluza austral, langostino y las sometidas al régimen de CITC. Registra una captura histórica de 481 toneladas de especies no sometidas a dicho régimen (Langostino)
El CFP aprobó la emisión de permisos de pesca a favor de cuatro buques a construir identificados como “PROTOTIPO CIN 21 m DC”, a ser incorporados a la matrícula en el plazo de 2 años para el primero de los buques y 1 año más para cada uno de los restantes. Cada uno recibió una asignación de 492 toneladas de todas las especies con exclusión a las sometidas a CITC (langostino) y 60 toneladas de anchoíta.
El CFP destaca, sin ponerse colorado siquiera, la “reducción en la cantidad de embarcaciones habilitadas” porque de 5 barcos pasan a 4, cuando la lancha casi que oficiaba de objeto decorativo en la postal portuaria de la ciudad turística y decide “por unanimidad” hacer lugar a la solicitud. Clink caja.
Si bien hay una reducción cuantitativa de barcos, en realidad la maniobra administrativa implica el blanqueo de los cupos asignados y el riesgo de que terminen pescando mucho más de los que les corresponde.
“Si comparas los cupos con las capturas que registran, necesitan tres fondos provinciales”, remarcó un operador que sigue de cerca los desempeños de los barcos de Picco. “Solo el “Altar” en 2019 pescó más de 2 mil toneladas de langostino”, aporta.
Si la foto se amplia, no anda muy lejos el diagnóstico… los números de las descargas de los últimos tres años marcan cifras escalofriantes para la flota a renovarse: El “Altar” declaró capturas superiores a las 1700 toneladas en promedio entre 2019 y 2022. El “Misal” sumó más de 1600 toneladas; “Sagrario” pescó más de 1700 toneladas y “Caliz” más de 1400. El langostino de los milagros y la multiplicación de los cupos.
La flota costera de Rawson sigue creciendo sin freno y la incógnita por estos días en el resto de los administrados que los miran perplejos es si esta maniobra implica un blanqueo de lo que los barcos de Picco ya pescan amparados bajo la complicidad de la clase dirigente, política y armatorial, o la renovaciòn de flota representa otro paso adelante en su voracidad.
El miedo de varios es que los nuevos 4 barcos sean como el “Espartano”. Parte de razón tienen… Para qué querría Picco renovar dos barcos que construyó en el 2015 sino es para pescar más. Sería un caso de renovación de la renovación… A Picco la industria naval debería ir pensando en hacerle un monumento.
Con el moderno prototipo de proa invertida “Cabo Vírgenes” rompió el molde en Playa Unión allá por el 2020: el barco posee una capacidad de almacenar casi 2 mil cajas y en días de mucha abundancia rozar las 3 mil, siempre con la complicidad del inspector de Aguilar en el muelle.
Integrantes de la mismísima CAFACh lo descartan. “Serán doble cubierta pero con una limitante en bodega de 1882 cajas”, aseguran en Rawson. Igual es un blanqueo descomunal que sin controles su poder de pesca puede ser similar al “Espartano”.
Entre colegas de Picco impera una idea común: La de, más allá de las oportunidades, plan de facilidades y promociones que brinda una gestión de salida como esta, existe un compromiso de no romper el molde para no matar la gallina de los huevos de oro. En este razonamiento, el “Espartano” es el Faro de lo que no hay que hacer.
Puede ser válido ese punto de comunión, pero deberían entender que esa sustentabilidad que procuran conseguir impidiendo que alguien vuelva a repetir lo del “Espartano”, se hace añicos con proyectos de reformulación de este tipo, cuando uno solo de los barcos de Picco pesca por año lo que tendría oportunidad de pescar con 4.
Pero es más obsceno todo el proceso porque acá no termina la promoción de “Chuchi Awstin”, el paladín de la sustentabilidad y la pesca responsable…. Como si fuese un vendedor ambulante arriba de un bondi… Hay más ofertas…
Los barcos “Altar”, “Caliz”, “Misal” y “Sagrario” podrán recibir un permiso de pesca, por transferencia o reformulación, dentro del plazo de un año contado “desde la fecha de ingreso de cada unidad reemplazante o desde la fecha fijada como tope para el ingreso de esa unidad a la matrícula nacional”, dice el Acta 17
¿Permiso para pescar qué cosa?. Esa ambigüedad adrede para que todos los miembros del Consejo queden como inocentes neófitos no es gratis. Cuesta miles de dólares esas decisiones que siguen alimentando el esfuerzo pesquero sobre el recurso; cuesta lo mismo mismo hacer que la prensa amiga y la hoy oposición, mañana quizás oficialismo y viceversa en Chubut, miren para otro lado.
Si estos son los negocios de fin de ciclo y todavía faltan cinco meses para el cambio de mando, no quiero ni imaginar todo lo que son capaces de hacer para seguir poniendo en riesgo la salud biológica de un recurso natural y finito.
Buen domingo