Por: Roberto Garrone
«El Capitán Wagatta ya había dado la orden de abandonar el barco. Estábamos a la deriva, sin máquinas, sin timón, éramos un blanco fijo y los aviones no cesaban en su afán de destrozarnos, aún a sabiendas que no teníamos con qué responderles”.
El relato podría ser una escena en cualquier película bélica pero lo que cuenta Feliciano Miño ocurrió a bordo del “Narwal”, un barco pesquero que participó del conflicto bélico en el Atlántico Sur y que del que mañana lunes se cumplen 40 años del hundimiento. Esta es su historia…
En Abril de 1982, la Armada Argentina había dado la orden para que distintos barcos de la flota pesquera realizaran tareas de inteligencia sobre la zona de exclusión para determinar el movimiento de la flota enemiga.
El Narwal pertenecía a la Compañía Sudamericana de Pesca y Exportación”. Estaba en Mar del Plata cuando la Armada tomó el control del buque y su tripulación. Era un congelador arrastrero construido en Bélgica de 64 metros de eslora y 17 de manga, en el que embarcaron 23 tripulantes, plenamente consustanciados en la tarea de hacer algo por la patria.
La Armada sumó a alquien más a bordo: Juan Carlos González Llanos, Teniente de navío y el observador militar encargado de transmitir lo que pasaba a través de mensajes en clave. El resto de los tripulantes supieron de su rol cuando el barco estaba a merced del ataque inglés.
El domingo 9 de mayo de 1982 amaneció nublado, brumoso, frío y con lluvias intermitentes. Mientras el buque navegaba en Latitud 52º 45′ S y Longitud 58º 02′ O, se cumplió la promesa que la fuerza áerea real inglesa venía haciendo noches anteriores cuando helicópteros y aviones sobrevolaron su casco rojo y le ordenaron que abandonen el área.
Desde el pesquero nunca hicieron caso de esas órdenes y esa mañana fue atacado utilizando bombas y cañones por dos Aviones Sea Harrier ingleses.
“De pronto, se sintió un impacto en la popa, que atravesó varios compartimentos y en el camino hirió gravemente a Omar que se hallaba en el taller de electricidad”, relata Miño, segundo oficial de máquinas del pesquero.
Omar Rupp era el contramaestre del buque y no había querido salir en la misión. Su mujer acababa de dar a luz a su hijo y quería quedarse para conocerlo. Como consuelo le compró un triciclo que lo acompañaba a bordo.
Al ser atacado, el Narwal transmitió sus últimos mensajes de la guerra en la voz de su capitán, Asterio Wagata, un paraguayo de origen japonés, según reconstruye el portal irizar.org donde se reflejan distintos momentos de la guerra de Malvinas.
09.05: Aquí “Narwal”. Somos atacados por aviones ingleses en la altitud 52º 45’ Sur y longitud 58º 02’ Oeste. Tenemos heridos graves.
09.12: “Narwal” averiado y a la deriva, hace agua y peligro de hundirse por fuerte tormenta. Lanzamos botes y balsas al agua con heridos. Estamos tratando de contener la entrada de agua.
11.00: Falleció uno de los heridos. Otro avión inglés nos sobrevuela y ataca nuevamente.
11.05: Han sido destruidas todas las balsas, resta un bote para los que quedamos. Requerimos ayuda urgente.
11.25: Quedan seis hombres en un bote a la deriva. No quedan elementos de salvamento. “Narwal” a punto de hundirse.
La odisea no había terminado cuando los sobrevivientes intentaron abordar las balsas salvavidas autoinflables. Fueron nuevamente ametrallados por los aviones Sea Harriers ingleses lo que provocó la destrucción de las balsas y sumando heridos: ya eran 12, la mitad de la tripulación.
“Me acuerdo que me lancé a una balsa con unos compañeros y allí apareció ese maldito avión, nos ametralló impiadosamente, de milagro no nos mató a todos, pero la balsa de caucho, se hundió en segundos”, cuenta el oficial de máquinas.
Este ataque a una tripulación desarmada, que trataba de rescatar a sus muertos y heridos y de no ahogarse en un mar congelado, fue absolutamente injustificado, desproporcionado y despiadado, a contramano de las recomendaciones de las Naciones Unidas y la Cruz Roja.
Hay un dato adicional poco conocido que suma un hecho trágico a la historia del Narwal. En auxilio del pesquero, desde Malvinas, partió un helicóptero Puma. La nave, en la que volaban tres oficiales de la Fuerza Aerea, fue derribado por un misil disparado desde el Destructor “Coventry”. Los restos del helicóptero y la tripulación no fueron encontrados ya que cayeron al océano en proximidades de la Isla de los Leones Marinos.
Horas después del inicio del ataque, con parte de la tripulación todavía a bordo y otro grupo en las balsas, el Naewal fue abordado y capturado por los ingleses. Como si el destino hubiese querido borrar las huellas de la barbarie, el buque se hundió al día siguiente mientras era remolcado como botín de guerra.
Del “Narwal” hoy solo quedan sus tripulantes y familiares, muchos con las cicatrices de sus heridas físicas y psíquicas que los acompañarán por siempre. Las condecoraciones de la Armada llegaron muchos años después. Antes estuvo el olvido y el abandono.
“Arribé a Montevideo el 2 de junio, abandoné el buque británico, caminé cinco metros y subí a un colectivo que me llevó hasta el buque escuela Piloto Alsina. Al llegar a Buenos Aires, me trasladaron a un hospital. Luego de verificar mi estado de salud y el de mis compañeros, la Armada Argentina nos abandonó. Nos dejaron tirados en la vereda, sin dinero, a la deriva, sin preguntar si necesitábamos algo. Simplemente, desaparecieron”; contó Lucio Busetti, jefe de máqunas del Narwal, en un reportaje concedido a La Nación el mes pasado.
Este lunes a las 10, con motivo del 40° Aniversario del hundimiento del Narwal, la Escuela Nacional de Pesca “Comandante Luis Piedrabuena” y el Centro de Civiles Veteranos de Guerra “Operativo Malvinas”, habrá un acto en la plaza que recuerda al pesquero en Aguado y Tripulantes del Fournier. con la presencia de autoridades navales, municipales y referentes de las distintas asociaciones de Veteranos de la Guerra de Malvinas.
SEGUN LAS CONSTANCIAS QUE FIGURAN EN DOCUMENTOS OFICIALES EL CAPITAN DE LA NAVE ERA NESTOR LEONARDO FABIANO, EL PRIMERO OFICIAL DE PESCA JORGE CARLOS GARCIA SOLCA Y ASTERIO DAISKU WAGATA ERA EL SEGUNDO OFICIAL Y CAPITAN DE PESCA. CONSTA EN MI LIBRO «MISION CUMPLIDA» QUE SEGUN EL CENTRO DE CAPITANES DE ULTRAMAR NO TUVO OBJECCIONES.
fuerohn cumplidos los camos obligatorios no retaceen informacion