Los fresqueros decidieron no salir a pescar langostino en aguas nacionales esta temporada. Así lo anunciaron las principales cámaras empresariales del sector, que emitieron un comunicado conjunto donde explican que la situación económica, los costos de operar y las condiciones actuales de la pesquería no permiten seguir adelante. Piden cambios concretos: un plan de manejo más claro, precios mínimos asegurados y que se respeten los convenios colectivos. Si eso no ocurre, aseguran que no habrá zafra para ellos.
El anuncio llegó desde Mar del Plata y fue firmado por la Asociación de Costeros, la Cámara de Armadores de Buques de Altura, CAPEAR (ALFA), la Cámara del Golfo San Jorge, UDIPA y otras entidades que nuclean a los intereses pesqueros del país. Todas coinciden en lo mismo: no están dadas las condiciones para que la flota fresquera opere este año en aguas nacionales.
Las razones están bien detalladas. Por un lado, mencionan el fuerte aumento en los costos de insumos y servicios que, sumado a un plan de manejo que consideran deficiente, pone en jaque a toda la cadena pesquera. Por otro, apuntan al contexto económico más general: la inestabilidad cambiaria, el impacto del dólar blue y los aumentos de precios hacen que producir sea cada vez más difícil. Por eso, se plantaron.
En el comunicado detallaron tres resoluciones clave. Primero, que cada tripulante debe ser liquidado según el convenio colectivo vigente, sin atajos ni pagos alternativos que se alejen de lo pactado formalmente. En segundo lugar, exigen una actualización del plan de manejo del langostino, algo que ya habían planteado en varias ocasiones y que, según dicen, sigue sin resolverse. Y por último, piden precios mínimos garantizados para el producto, asegurando que no aceptarán operar por debajo de los valores alcanzados en la zafra del año pasado.

Más allá de lo técnico, el mensaje tiene un fuerte tono político. Hablan de “unidad y autocrítica” y llaman a toda la industria a repensar ciertas prácticas que consideran obsoletas. Quieren cambios, pero con consensos. Y dejan claro que no están dispuestos a asumir condiciones que, según explican, atentan contra la sustentabilidad del sector.
También proponen algo concreto al Estado: la creación de una comisión especial que analice precios. Dicen que el dólar paralelo viene influyendo demasiado en los costos, con proveedores que remarcan en función de ese tipo de cambio. Por eso, sugieren que se conforme un equipo técnico que ayude a controlar esos aumentos y a normalizar los precios, ya que muchos, afirman, están fuera de toda lógica para el sector fresquero. (Redes al Mar)