Cinco de los ocho rugbiers fueron condenados a prisión perpetua como coautores del crimen de Fernando Báez Sosa, cometido el 18 de enero del 2020 a la salida de un boliche de la localidad balnearia de Villa Gesell, mientras que los otros tres recibieron la pena de 15 años de prisión por haber sido considerados partícipes secundarios.