Su elección marca un punto de inflexión en la geopolítica religiosa, en un mundo donde las tensiones entre bloques económicos, el ascenso del sur global y las disputas morales se entrelazan con los desafíos propios de la Iglesia.
Su elección marca un punto de inflexión en la geopolítica religiosa, en un mundo donde las tensiones entre bloques económicos, el ascenso del sur global y las disputas morales se entrelazan con los desafíos propios de la Iglesia.