Remarcan que la epilepsia está invisibilizada porque los pacientes no cuentan abiertamente que la tienen, pero eso atenta contra las posibilidades de que su entorno escolar, laboral o social los asista adecuadamente ante una convulsión.
Remarcan que la epilepsia está invisibilizada porque los pacientes no cuentan abiertamente que la tienen, pero eso atenta contra las posibilidades de que su entorno escolar, laboral o social los asista adecuadamente ante una convulsión.