Noticias de España
Desde la sanción de la Constitución vigente en el reino de España, confeccionada a imagen y semejanza de la monarquía que diseñó antes de morir en su lecho, acompañado de sus familiares y amigos, el dictador y genocida Francisco Franco Bahamonde, mucha agua ha corrido bajo el puente y ya nada puede sorprendernos demasiado.
La farsa de una democracia bajo la ya mencionada monarquía constitucional funcionó inicialmente para trabajar con ahínco en cubrir todos los flancos dejados por el asesinato de más de cien mil personas, durante la mal llamada “Guerra Civil” (fue un abyecto golpe de estado de militares nazis que lograron perpetrarse en el poder a sangre y fuego). A esos crímenes siguieron los fusilamientos sumarios de diez habitantes por población tomada por los fascistas, sin importar color ni origen. Era la receta del escarmiento para dejar instaurado el terror que fue acompañado y fogoneado por la Iglesia Católica española (siempre cercana a la Santa Inquisición).
La segunda acción premeditada, deliberada, sucia (pero bien orquestada) fue el gran tramado de corrupciones diversas que permitieron a muchos dirigentes políticos (partiendo del mismo presidente Mariano Rajoy) enriquecerse hasta límites increíbles. Cajas negras manejadas desde Suiza, comisiones por permitir construir exagerados ramales ferroviarios hacia ciudades a las que nadie viaja, aeropuertos en sitios donde no hay movimiento de pasajeros ni de cargas, y otorgar prebendas cuantiosas a los bancos que saquearon a la población con los créditos hipotecarios que ejecutaron impiadosamente cuando se desinfló la burbuja inmobiliaria, además de quedarse con los inmuebles.
Y ahora, en estos días que corren, haré un poco de política-ficción y me voy a permitir sugerir que el acuerdo del PSOE con los derechistas de Ciudadanos, al que se invita insistentemente a Podemos para que se sume, a sabiendas que no podrán jamás unirse a semejante engendro político, tiene una clave preacordada: un convenio secreto entre Pedro Sánchez y Mariano Rajoy por el cual (a cambio de vaya uno a saber qué concesiones), el Partido Popular será el que permita asumir al jefe del PSOE como jefe de gobierno.
Se habrá consumado así otra aberración, esta vez disimulada pero garante de impunidad: la alternancia cuasi delictiva en el gobierno del reino de España.-
Comentario editorial de INCAT por Carlos Rubén Capdevila
Artículos Relacionados
-
El Gobierno estableció el regreso a la presencialidad de los trabajadores públicos -
Prorrogan prohibición de despidos por 90 días y el pago de doble indemnización por todo 2021 -
El Gobierno está analizando qué otros sectores podrían retomar la actividad en mayo -
Arroyo pidió la renuncia del funcionario que autorizó las compras a precios cuestionados