Tras una dura lucha judicial, el matrimonio conformado por María Carola Gravina y Claudio Fabián Salvatore recibió la noticia que les revivió el alma.
La jueza Andrea Marcote, a cargo del Juzgado de Familia Nro.2 de Mar del Plata, resolvió que la menor de 3 años vuelva a estar con sus «papás» y les otorgó la guarda simple, con la posibilidad de acceder a la adopción plena dentro de 6 meses.
A fines de abril, la jueza dictó la adoptabilidad de la niña y ordenó que se vinculara con otra familia sin haber respondido a las solicitudes de este matrimonio que durante los primeros años de vida de la niña la asisteron y cobijaron con todo amor.
En estos dos años y medio que formaron parte de su vida, la acompañaron en los peores momentos, la asistieron en cada una de las situaciones que se presentaron, la llevaron a cada visita con sus progenitores, todo en cumplimiento de cada una de las disposiciones emanadas del juzgado a cargo.
El vínculo entre ellos se fue haciendo más estrecho cada día debido a que su guardadora, la madre de Carola, tuvo un serio problema de salud, lo que hizo que fueran ellos quienes cuidaran a la niña.
Esta situación derivó en el nacimiento de un vínculo amoroso, saludable, desinteresado, fuerte, en el que se convirtieron en el referente de la niña y ella en el suyo.
Cuando parecía que la justicia no iba a tener en cuenta todas estas cuestiones, y la «Chinita» iba a terminar a cargo de otra familia, llegó la noticia tan esperada y en las últimas horas la menor volvió con Carola y Claudio y la posibilidad de la adopción definitiva está cada vez más cerca.